Al parecer, el problema viene desde que en el 96 debido al crecimiento de sus negocios, los directivos del Grupo Pachá decidieran vender el Teatro Barceló (donde se celebra el club, llamado como su calle) junto a los derechos de uso de marca en régimen de franquicia al empresario Pedro Chapote.
La relación entre ambos se ha enfriado y ahora se buscan otras posibilidades para volver a abrir un Pachá en otro lugar de Madrid. La pregunta del millón es cuánta clientela perdida recogerá el indie Ocho y Medio, que se celebra en la sala de al lado.
De manera excepcional la Sala Pachá acogía conciertos exclusivos promocionales, como fue en su momento el caso de R.E.M.