Han dejado fuera, eso sí, ‘Flying To Berlin‘, una de sus primeras canciones, quizá porque ahora hasta suena a medio gas, quizá por la confianza que el grupo tiene en su repertorio y en su sonido, ambos además asistidos por un interesante envoltorio de aspiraciones intelectuales que no parece demasiado impostado. La banda de chicas no se identifica en las entrevistas como feminista, incluye en la portada del álbum un manifiesto en el que habla del exceso de sonidos en nuestra civilización (de ahí el título del álbum), el disco se abre con una cita de una película de John Cassavetes (‘Opening Night’) y la letra de ‘Hit Me’ no habla sobre el maltrato como apuntaba, sino sobre Belladonna, una estrella del porno, porque el porno les hace sentirse «liberadas de las presiones del romanticismo».
Este exceso de pretensiones, a diferencia de lo que sucedía con las letras del último disco de The Knife, muy por debajo de sus aciertos musicales, logra sostenerse con una serie de canciones tremendas, llenas de descargas eléctricas guitarreras, que sí logran transmitirnos la furia de las letras, ayudadas también por la voz de Jehnny Beth (su nombre real es Camille Berthomier), definitivamente muy próxima a Patti Smith
, Siouxsie y la primera PJ Harvey. En la ya mencionada ‘Shut Up’ ese «si me dices que me calle, me callaré», por suerte, no es que tenga demasiada credibilidad; suena abrumador y convincente ese «estoy aquí, no voy a esconderme» de ‘I Am Here’, y amenazante el «ella olvidará su dolor y volverá otra vez (…) hablará como un amigo, besará como un hombre, follará con otros hombres» de ‘She Will’. El resultado es una excelente serie de canciones de ambiente post-punk, perfectas para los que necesitan un relevo de Joy Division todos los años, con algún punto cercano al metal (‘Strife’) y bastantes reminiscencias a otras bandas como Sleater-Kinney, Yeah Yeah Yeahs y Magik Markers, aquel grupo que promovió hace unos años Thurston Moore de Sonic Youth.Además de una buena secuencia que oculta ciertas carencias y canciones predecibles (las lánguidas ‘Waiting for a Sign’ y ‘Dead Nature’ sirven, por ejemplo, para que ‘She Will’ parezca más hit de lo que ha sido como single adelanto), ‘Silence Yourself’ se cierra con la ambiciosa ‘Marshal Dear’, que incorpora un sutil y perfecto acompañamiento de metales. Una manera inmejorable de cerrar un disco de debut muy destacable, aunque algo perjudicado por el casi absurdo halo de hype a su alrededor -Geoff Barrow ha llegado a comparar a la banda con My Bloody Valentine (?)-.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘She Will’, ‘Husbands’, ‘Marshal Dear’
Te gustará si te gusta: Joy Division, Sleater-Kinney, Siouxsie
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