Park Chan-wook: “En ‘Stoker’ hay poco diálogo, por eso es mi primer filme inglés”

Entrevistar por teléfono a un director de cine surcoreano no es algo sencillo. Sobre todo cuando él no se siente lo suficientemente seguro con el inglés para contestar en ese idioma y tiene que ser una traductora la que, vía altavoz, traduzca tus preguntas del español al coreano y del coreano al español sus respuestas.

El resultado es una conversación de quince minutos a tres bandas que, lejos de parecer una versión adulta del juego del teléfono escacharrado, merece la pena por saber que al otro lado de la línea está escuchándote Park Chan-Wook (Seúl, 1963), el artífice de títulos como ‘Oldboy’ o ‘Sympathy for Lady Vengeance’.

Todo un maestro del género del suspense violento reconocido en festivales como Cannes, Venecia o Sitges que pasó este fin de semana por el Festival de Cine Fantástico de Bilbao FANT para presentar ‘Stoker’, su primera película rodada en Hollywood, que se estrena en España este viernes. Un thriller efectivo y visualmente hipnótico con el que no sólo ha firmado su ansiado homenaje a Alfred Hitchcock, sino que también ha conseguido que Nicole Kidman vuelva a parecer humana.

Seguro que desde que ganó con ‘Oldboy’ el Gran Premio del Jurado de Cannes de 2004 los estudios americanos han estado tentándole para que se pase al lado oscuro, pero siempre se ha resistido a dar el paso. De hecho es sabido que antes de aceptar esta película rechazó dirigir la nueva versión de ‘Posesión infernal’. ¿Qué vio en ‘Stoker’ para decidir que ésta tenía que ser su primera película en inglés?
Me gustó que fuera un drama sin demasiados diálogos. No soy una persona acostumbrada a hablar inglés, y mucho menos a trabajar con ese idioma, así que era un primero obstáculo eliminado. En cualquier caso en mi filmografía los diálogos nunca han sido lo más importante, los personajes que aparecen en mis películas nunca hablan demasiado, así que más allá de lo práctico supongo que es normal que eso fuera lo que más me llamó la atención cuando leí el guión. Pero no fue lo único. La historia que cuenta la película se desarrolla en un lugar muy cerrado, en un mundo muy pequeño y la sostienen muy pocos personajes, y a pesar de eso tiene un alcance y una fuerza muy grande. Eso también me gustaba.

Y después de la experiencia, ¿se ve dirigiendo en inglés su próxima película?
Sí, claro, podría hacerlo, pero creo que de momento voy a trabajar a caballo entre Corea y Estados Unidos.

Se da la curiosidad de que el guión de esta película está escrito por el actor Wentworth Miller. Estoy seguro de que hace seis años, cuando triunfaba como protagonista en la serie ‘Prison Break’, su nombre habría aparecido bien grande en el cartel para atraer espectadores. O quién sabe, igual se habría ocultado para que nadie fuera con la crítica traída de casa. Si Miller siguiera en la cresta de la ola, ¿usted por qué habría apostado?
La verdad es que la fama que pueda tener Wentworth Miller como actor nunca me ha importado. Para mí es un guionista estupendo, y es su trabajo el que habla y lo demuestra.

He leído que Carey Mulligan, Kristen Stewart y Rooney Mara fueron algunas de las actrices consideradas en las primeras fases de casting para interpretar a India Stoker, la protagonista de esta historia. Un papel que finalmente ha caído en Mia Wasikowska. ¿Qué tenía ella que no tuvieran las demás?
Para mí elegir a Mia era obvio. Es una actriz a la que sigo desde el principio de su trayectoria. Había visto incluso los cortos que hizo en Australia cuando todavía no era famosa, así que siempre tuve claro que si algún día tenía un papel adecuado para ella no habría lugar para ninguna más. De hecho fue la primera actriz a la que mandé el guión y la primera que me dijo sí.



Donde sí se la ha jugado y, en mi opinión ganado, es en la elección de Matthew Goode para el papel del tío Charlie. Hablamos de un personaje que de haber fallado habría arrastrado con él a toda la película que en un principio iba a hacer Colin Firth. Sin revelar demasiado de la trama, ¿le costó mucho tiempo encontrar al sustituto adecuado?
La verdad es que fue una pena que Colin Firth, por problemas de agenda, no pudiera formar parte del proyecto. Él estaba entusiasmado, y yo con él, así que me tomé mi tiempo para encontrar un actor capaz de suplir su ausencia. Fue un día viendo ‘Match Point’ de Woody Allen cuando me llamó la atención un secundario que se llamaba Matthew Goode. No me sonaba haberle visto antes en ninguna película, así que busqué su nombre en internet y descubrí para mi asombro que también había participado en filmes como ‘Watchmen’ o ‘A Single Man’. ¿Cómo era posible que su cara me fuera totalmente desconocida? Bueno, trabajando con él lo descubrí, y es que es un actor con tantas dimensiones interpretativas que puede funcionar en todo tipo de papel sin que sientas que se repite. Así que me puse en contacto con él, tuvimos una conversación por Skype de una hora para hablar de la película pero reconozco que en los primeros cinco minutos ya me había convencido. Además como él interpretaba al amante de Colin Firth en la película de Tom Ford en cierto modo también tenía un trocito de Colin trabajando conmigo.

Sucede con Matthew Goode una cosa que creo que la última vez que vi fue con Ryan Gosling en ‘Drive’. Nadie, independientemente del género que sea, sale de la sala viéndole con los mismos ojos. ¿A qué cree que se debe este poder de seducción?
Sin restar méritos a su físico, creo que el secreto de que todo el mundo caiga rendido a sus pies es la psicología interna del personaje que interpreta en la película. Hablamos de un tío que a pesar de ser malvado conserva a un niño en su interior y esta clase de personas, que llegan a dar pena independientemente del mal que hagan, siempre resultan interesantes para el espectador. Es el conjunto de todo lo que le hace irresistible.

Yo diría que la estética de la película ayuda mucho también a crear esta sensación de rendición colectiva. Y es que como viene siendo normal en sus películas, la dirección de arte vuelve a estar muy cuidada. La fotografía, el sonido, los decorados, el vestuario… Todo es tan elegante y detallista que sin necesidad de 3D casi sientes que puedes tocar la película. Incluso hay secuencias que se huelen y saborean. ¿Cómo encontró el tono perfecto para que provoque esto la película?
Cuando me llega un guión para mí lo primero es el drama y la emoción de los personajes que participan en él. El estilo viene mucho después. De hecho mi manera de trabajar implica que lo primero que hago es un storyboard que discuto plano por plano con los directores de los distintos departamentos involucrados en la producción de la película. De esas discusiones surgen influencias, de mí hacia ellos y de ellos hacia mí. Nuestras conversaciones van marcando el tono del filme y acabamos llegando a ello de una manera muy orgánica. Es verdad que la gente dice que mis películas se saborean, que son palpables, pero esta totalidad sensorial sólo es fruto de este proceso orgánico que te he explicado antes. Nada más.

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Publicado por
Claudio M. de Prado