Se lo debemos todo a Constantino Romero, doblador, actor, locutor, periodista y presentador que ha muerto esta noche en Barcelona a los 65 años de edad y apenas cinco meses después de anunciar su retirada de los medios después de 47 años dedicados a dignificar, sobre todo, el trabajo de doblador, práctica cuya existencia, sólo cuando se trata de profesionales como Constantino, se podría hasta defender.
Pero claro, es que escuchar a Constantinto era despertar inmediatamente en tu cabeza toda una galería de sensaciones unida a los personajes a los que ha puesto voz, algunos de elllos míticos en la historia del cine reciente. Que sí, que él era el Darth Vader de ‘Star Wars’, pero también el que dijo «Alégrame el día» en ‘Harry el Sucio’ de boca de Clint Eastwood (llegó a colaborar en el segundo disco de Clint
), el “Sayonara, baby” de ‘Terminator’ con la cara de Schwarzenegger, el “Recuerda quien eres” que soltaba Mufasa a Simba en ‘El Rey León’… Incluso los “Me llamo Bond, James Bond” más míticos, los de Roger Moore y Sean Connery, eran suyos. Incluso suya era la voz del Gremlin listo en ‘Gremlins 2’ ¿Cómo no vamos a lamentar esta pérdida? ¿Cómo no va a existir un grupo en Facebook de gente que cree que Dios tiene la voz de Constantino Romero?Más allá del doblaje, Romero fue famoso también por su labor de presentación en concursos como ‘El tiempo es oro’ o ‘La parodia nacional’, y menos conocido, injustamente, por su labor en teatro, donde sólo su voz ya llenaba el escenario. Los últimos meses de Constantino han sido bastantes activos en su cuenta oficial de Twitter, la misma que utilizó para anunciar su retirada en diciembre de 2012 diciendo «Ahora jubilación. Gracias por el afecto. Han sido 47 años de trabajo. Y toda una vida. Radio, TV, teatro, doblaje. Ha valido la pena. Un abrazo. That’s all folks!!». Desde entonces, sus mensajes se centraban en denunciar las injusticias políticas. El último, escrito el 5 mayo, decía así: «If yu ar jiar tunait it is bicós yu ar a huiner» ( Un banquero llamado Botín)”.
Le recordamos con una escena olvidable que siempre nos ha hecho mucha gracia: el número final musical de ‘Gremlins 2’.