Ricardo Cavolo: «Todavía estoy muy lejos de lo que entiendo como éxito»

Ocurre con ‘El desorganismo de Daniel Johnston’, el homenaje ilustrado que Ricardo Cavolo ha dedicado al genio de Austin, que lejos de ser material exclusivo para fans, funciona como estupenda introducción a la figura de este músico e ilustrador enigmático. Cien páginas que piden ser contempladas al detalle que nos sirvieron de excusa para charlar por fin con este ilustrador que se defiende de aquellos que le acusan de sobrexposición con un directo y sincero “tengo que aprovechar el momento”.

‘El desorganismo de Daniel Johnston’ es el primer trabajo que publicas en solitario. ¿Estabas cansado de compartir portada con gente como Santi Balmes o Mario Suárez?
Qué va, me parece de puta madre colaborar poniendo imagen a textos de otra gente, o haciéndoles portadas, pero desde que tengo uso de razón he soñado con poder publicar algo exclusivamente mío y por eso cuando me ofrecieron hacer algo por mi cuenta lo acepté de inmediato. De hecho no es algo que yo busqué, sino que fue la editorial Edicions de Ponent la que se puso en contacto conmigo el año pasado a través de un email diciéndome que les gustaba lo que hacía y que si algún día me apetecía publicar algo parecido a un cómic hablara con ellos.

¿Cuándo comenzaste a interesarte por la figura de Daniel Johnston? Entiendo que debes de ser muy fan para dedicarle un libro.
Pues lo descubrí muy tarde, lo reconozco. Conocía su música, pero fue hace unos cinco años, cuando vi el documental ‘The Devil and Daniel Johnston’ cuando comencé a interesarme más por él ya que fue en aquella película cuando descubrí que, además de cantar y tocar, también dibujaba. No tenía ni idea, conocía sus dibujos pero no sabía que eran suyos. A ver, que sí, que musicalmente me parece un tío brutal y demoledor, pero es su faceta de ilustrador la que me más me interesa. En realidad todo él es un pack inmejorable.

¿Cómo ha sido el trabajo de documentación? ¿Te han bastado los típicos datos que todo buen fan almacena en su cabeza o has tenido que investigar mucho antes de ponerte a dibujar?
El hilo conductor del cómic es su vida real, así que lo que he usado como fuente ha sido tanto el documental del que te hablaba antes como un libro que salió poco después con su biografía. Pero ya. No quise buscar cosas en Internet porque de los mitos como él se inventan muchas cosas complicadas de contrastar y entendía que el documental y el libro, al estar avalados por su familia, eran suficiente. Así que me ceñí a eso para después pasarlo por mi trituradora y escupirlo con mi lenguaje y mi manera de contar las cosas.

Precisamente por eso quería preguntarte. Al tener que ilustrar la vida de un ilustrador, y por lo tanto siendo necesario usar su universo gráfico, ¿dónde termina la simbología de Johnston y dónde empieza la de Cavolo?
Eso es algo que tuve que plantearme seriamente antes de empezar el cómic porque no sabía cuál era la opción correcta. ¿Usar su simbología y su estilo? ¿Usar su simbología con mi estilo? ¿Meter mi simbología en la suya…? Evidentemente si hablo de Daniel Johnston tengo que hablar de su imaginario y sus personajes, tengo que dejar espacio en mis ilustraciones a su diablo, a su Jesucristo, a su renacuajo, a sus patos, a su Capitán América, a su Casper… Así que mi trabajo consistió en hacer una fusión de estilos con todo el respeto del mundo para que quien no lo conozca entienda su universo y para que el que sí, lo reconozca no como una copia, sino como una interpretación dibujada según mi visión. Creo que era la mejor manera para no tener baches durante el proyecto.

¿Has podido hablar con él para explicarle lo que estabas haciendo? ¿Conoce la existencia de este libro?
Pues no, pero tampoco lo he intentado porque es alguien bastante inaccesible. O al menos lo era hasta el momento en el que me enteré que venía al Primavera Sound. Hasta entonces la idea era dibujar el cómic y luego mover cielo y tierra para enviárselo a alguien cercano que se lo pudiera dar. Incluso llegué a plantearme esta idea loca de la que a veces salen documentales maravillosos de coger una cámara, comprar un billete de avión a Austin y plantarme en la puerta de su casa y no moverme de allí hasta que pudiera entregárselo yo mismo. Pero de momento voy a esperar a ver qué pasa en el Primavera, ya que la organización me ofrece la posibilidad de intentar cerrar un encuentro con él para dárselo. Sé que a él le gustan mucho los cómics y supongo que recibir uno sobre tu vida debe ser un regalo bonito. Al menos esa es la intención que tenía al dibujarlo. Pero insisto que de momento hay que esperar a ver si se lo puedo dar en mano en el festival y si no, pues ya veremos qué hago.

Por lo menos disfrutarás de su concierto.
Claro, además es que no le he visto nunca en directo…

¿Nunca?
Ya, bueno, no es tan raro. También me flipan muchos cantantes que están muertos antes de que yo naciera y sin haberlos visto nunca en directo siento una conexión enorme con ellos. Es lo que tiene la música.

Pero es que él esta vivo. ¿No te da miedo que te decepcione en vivo después de dedicarle un trabajo como éste?
Yo estoy preparado para que cuando vea el cómic, si es que lo ve, me lo tire a la cabeza porque piense que es una mamarrachez, aunque confío en el karma. Este libro es fruto de un homenaje hecho con mucho cariño, y de hecho el primer motivo por el que quise publicarlo de manera comercial es para que cuando él lo recibiera sintiera que es un trabajo profesional hecho con toda la seriedad posible.

En la introducción del libro recomiendas leerlo con canciones de Daniel Johnston de fondo. No te voy a pedir que me montes un setlist ideal, pero sí al menos que me digas qué tres temas consideras esenciales.


Justo son tres los que siempre tengo en mente. Irían más o menos por este orden: ‘Funeral Home’, ‘Devil Town’ y, como son las dos tan sumamente demoledoras, terminaría con ‘My Life Is Starting Over Again’, uno de sus temas más positivos.

Volviendo a esta conexión especial que sentiste el día que viste el documental… ¿Tiene algo que ver con su bipolaridad, con ese toque de locura que dicen funciona tan bien a los artistas?
Es verdad que se asocia enseguida el mundo del arte con el mundo de la locura, y eso es porque para hacer cosas verdaderamente descarnadas, sinceras, abiertas y potentes, que es lo que más se queda en la pupila y en el cerebro, tienes que de alguna manera asomarte al precipicio, cerrar los ojos y saltar. Necesitas ese momento de locura. El problema es que muchas veces esa caída puede terminar haciéndote mucho daño.

En el libro explicas cómo Johnston, por miedo a no ser genial, dejaba de tomar la medicación cuando tenía que ponerse a crear. ¿No te da envidia su valentía o es algo que tú nunca harías?
Lo veo con envidia, sí, pero no creo que nunca me vea en una situación parecida porque mi proceso de trabajo es muy distinto. Existe la idea de que cuando peor estás, en los momentos más cabrones de tu vida, es cuando mejor creas. Pero yo no, yo cuando estoy así soy incapaz de hacer nada a parte de jugar a la Play, ver el fútbol o leer. Necesito trabajar con esa energía positiva que es la que luego intento transmitir con mi trabajo. Es otro punto de locura.

¿Te planteas repetir homenaje ilustrado con algún otro artista?
Me gustaría hacer algo de Johnny Cash, es mi gran referente musical. De hecho, como Daniel Johnston, es una persona que se hizo a sí mismo, que creía que tenía que cantar y que a pesar de todos los peros terminó haciéndolo hasta el día que murió. Además su vida personal, su historia de superación, es todo un ejemplo. Así que con editorial o sin editorial seguro que haré un cómic dedicado a su figura.

¿Una tirada de 1000 ejemplares, que es la que tiene este cómic, te parece suficiente?
Demasiado, una barbaridad. Ojalá se vendan todos. De hecho en este proyecto, aunque suene muy hippie decirlo, vender no es mi prioridad. Como te explicaba antes yo quería hacerlo, terminarlo, publicarlo comercialmente y hacérselo llegar a Jonshton. Luego, si se vende, pues mejor, que al fin y al cabo de esto es de lo que vivo. Pero más que vender mi idea es que se conozca el trabajo que hago, que se esparza.

Pero no me negarás que estás viviendo un momento muy dulce. Demasiado incluso. ¿No te sientes un poco dentro de una rueda infernal que ya no puedes parar?
A este momento quería llegar desde hace muchísimo tiempo. Seamos realistas, todo el que se quiere dedicar a esto o es rico y millonario, que ojalá lo fuera yo para poder hacer lo que me da la gana, o bien necesita dinero para sobrevivir, y ese dinero llega con el éxito. Aunque lo cierto es que yo de momento no me siento exitoso ni de coña. De hecho estoy muy lejos todavía de lo que yo entiendo como éxito. Así que lo único objetivo es que tengo mucho trabajo.

¿Y qué es lo que entiendes como éxito? Porque yo te veo en publicidad, en libros, en tiendas, en paredes, en tatuajes y pienso “Este tío se tiene que estar forrando”.
No sé, no pienso demasiado en ello. Pero hay señales que te indican que estás en el camino a ello. Que alguien se tatúe un dibujo mío más que éxito lo veo como un piropo. Pero por ejemplo me he enterado de que en Corea del Sur y en Tailandia venden camisetas piratas con dibujos míos. Eso es un termómetro que te demuestra que tu trabajo funciona, y no porque haya un nombre detrás, sino porque gráficamente conecta con la gente.

¿Pero no te da miedo con esta sobreexposición acabar quemado rollo Jordi Labanda?
Aunque parezca imposible digo que no a bastantes cosas, primero porque no me da tiempo a hacerlas y segundo porque sé que necesito entrar en un barbecho que de momento no llega. Dentro de nada me voy a vivir a Inglaterra, y supongo que cuando comience esa etapa nueva de mi vida todo se calmará, que cuando me vaya de España el ritmo va a bajar. Pero lo cierto es que yo no sé dentro de cinco años qué voy a estar haciendo. A lo mejor estoy cuidando ovejas y haciendo queso con su leche, no lo sé. Por eso tengo que aprovechar este momento al máximo, porque para hacer cosas nuevas, para arriesgar, los que no somos ricos tenemos que ganar dinero. Quiero meterme en ropa, experimentar con obras grandes en tres dimensiones, y para eso necesito estar tranquilo en el sentido económico.

¿Hay algo que nunca harías?
Pues aunque suene a Disney, nunca me cagaría en mis principios. Hay cosas a las que he dicho que no precisamente por eso. Cosas que he intentado tragar pero al final sabiendo que lo voy a estar digiriendo mucho tiempo he rechazado porque no me apetecía reprocharme nada en el futuro. Soy muy extremista con mis creencias personales y laborales, y entiendo que si cedo en eso no voy a perdonármelo.

Quizás eso sea el éxito que antes no me sabías explicar.
Pues sí, el éxito no es estar en mil portadas, sino sobrevivir trabajando en el sitio que te gusta, con la gente que te gusta y haciendo lo que te gusta sin estrés ni agobios. Justamente eso.

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Publicado por
Claudio M. de Prado