La consecuencia de ese minimalismo sonoro que han aplicado a todas las canciones de ‘Impersonator’ es que las letras quedan en primer plano, y suelen ser directas hasta la incomodidad. El caso más claro sería ‘Childhood’s End’, una de las más importantes del álbum, que arranca con un muerto a las puertas de casa («Someone died / gunshot right outside / Your father, he is dead / I see him in my head»). Un tema, el de la muerte, sobre el que insisten varias de las letras del disco, como ‘Silver Rings’ («I don’t think about dying alone») o la final ‘Notebook’, que comienza: «hey, tío, tarde o temprano estarás muerto». Eso cuando no hablan de la pérdida de la inocencia o de la niñez. La crudeza de los textos recuerda a los Starsailor que entonaban secamente «your daddy was an alcoholic» o a los Glasvegas de «forget your dad, he’s gone», con la diferencia de que aquí, salvo en esa parte de ‘Illusion’ en que Devon pierde los papeles, el dramatismo, en lo sonoro, está bastante reducido.
Hay algo en la voz de Welsh que esconde un fondo rockero. Aunque los sonidos escogidos puedan ser asociables a los Radiohead post-‘Kid A’ más austeros o incluso a la era de gloria de la indietrónica en la onda de Jimmy Tamborello
(‘Mister’ se puede hasta bailar), su tono parece haber sido educado más bien por la escuela de Eddie Vedder. Las inquietudes que le atormentan y sus estudios universitarios de religión le alejan de la no-imagen tantas veces vista en el indie para acercarle a personalidades llenaestadios tan señaladas como Brandon Flowers o Chris Martin. Alguna vez se pasa de histriónico, pero tiene cierta gracia que decidiera meterse en el mundo artístico porque su padre fuera actor (Kenneth Welsh) y nada menos que en ‘Twin Peaks’. Con razón nos recordaba a Badalamenti la mencionada ‘Illusion’.Otro elemento fundamental en Majical Cloudz es su interés por hablar de las canciones desde dentro de ellas mismas. El single ‘Bugs Don’t Buzz’ dice que «las canciones más bobas acaban con una sonrisa pero que esta no lo hará», mientras que el tema que abre el álbum, homónimo, dice que ese corte «es la prueba de que estoy intentando (escribir)», y ‘This Is Magic’ se consuela: «si esta canción es la última que voy a escribir, me alegro de haberla cantado». Está claro que la música para ellos es un vehículo para salir de un momento de depresión y estoy seguro de que ‘Impersonator’ servirá para lo mismo a los seguidores de gente como Coldplay o los Antlers.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Childhood’s End’, ‘Mister’, ‘Bugs Don’t Buzz’
Te gustará si te gustan: Starsailor, The Postal Service, The Antlers
Escúchalo: en Pitchfork