En nuestro país, el single de Daft Punk funcionó bien desde su lanzamiento gracias al absurdo «hype» creado en torno al regreso del dúo francés, asistido por la colaboración de Pharrell, quien en verdad ya había participado en el disco de remixes de 2003 ‘Daft Club’, firmando como The Neptunes -junto a Chad Hugo- un remix de ‘Harder, Better, Faster, Stronger’. Sin embargo, ha sido en las últimas dos semanas cuando la canción ha recibido un empujón, en lugar de derrumbarse en las clasificaciones digitales como cualquier novedad.
Algún listillo entonará un «¿y de qué os extrañáis?» tras la promoción salvaje recibida por el álbum, pero basta con mirar el resto del top 10 en España para entender la excepcionalidad de este logro: el resto de la lista la completan Juan Magan, Abraham Mateo, Alejandro Fernández, James Arthur, Cali y El Dandee, Passenger, Pitbull con Christina Aguilera, Pablo Alborán y Henry Méndez, quien quiera que sea, con algo llamado ‘El tiburón’.
La hazaña de Daft Punk y su compañía tiene méritos por diversos motivos. En primer lugar, el anterior disco del grupo fue sólo puesto 87 en álbumes en nuestro país en 2005 y jamás nadie volvió a reivindicarlo. En segundo, rara vez una canción en inglés alcanza la máxima posición en nuestro país. ‘Rolling In The Deep’ de Adele fue sólo top 5, ‘Someone Like You’, sólo top 4. No hablemos ya de que el grupo es francés (lo último que me viene a la mente es el éxito multiplatino ‘Ella, elle l’a’ de Kate Ryan, que además es belga, y además era una versión). Y la repanocha es que el tema sea bueno, como es el caso, a pesar de las críticas más que tibias recibidas por el disco ‘Random Access Memories‘ en España, donde tras consultar las escritas por Mondo Sonoro, Hipersónica, Número Cero (un 3 sobre 10), Playground o Shangay, todavía estoy esperando encontrar algo mínimamente tan entusiasta como lo que llega desde fuera (un 10 de nada en el NME).
La razón de este salto en España no está en las webs y redes sociales, que estos días también han hablado largo y tendido de Vampire Weekend, sin que ‘Diane Young’ aparezca siquiera por el top 50. La razón es que la radiofórmula española, siempre tan conservadora y cerrada a recibir novedades y más si son internacionales, esta vez, por motivos desconocidos, ha decidido pinchar ‘Get Lucky’. La canción apareció por primera vez en el top 50 de las más radiadas la semana pasada, al tiempo que entraba en el puesto 27 de Los 40 Principales, en ambos casos un mes después de que el tema llegase a iTunes y las plataformas digitales. Esta semana el tema sube al número 22 de Los 40 y, de manera más significativa, del 31 al 11 de las más radiadas.
De nuevo es una decisión excepcional. Entre los artistas que han sido rechazados por la radiofórmula y no han tenido ninguna entrada en la lista de canciones más radiadas en España están superventas que han alcanzado discos de oro y platino dentro de nuestras fronteras, como Lana del Rey, Vetusta Morla, Love of Lesbian o Russian Red; y por supuesto artistas alternativos que suelen vender buenas cantidades de álbumes como Franz Ferdinand o Mumford & Sons. Incluso últimamente Amaral y Fangoria han sido rechazados por 40 Principales, y una boyband como Auryn las ha pasado canutas para poder llegar, siendo el target al 200%.
Dudo mucho que ‘Get Lucky’ hubiera llegado tan lejos de no ser una canción buena, la mejor que hemos oído coronar las listas en mucho tiempo, lo cual hace de todo esto una noticia buena. Al margen del álbum, de calidad variada, aunque pistoresco y bastante curioso, «un disco único» como señalaba hace unos días, está claro que estamos ante una de las canciones del año, un clásico. Quizá de manera demasiado obvia. Porque en España, igual que nos cuesta aceptar algo, cuando cogemos algo, no lo soltamos ni a tiros, y ya adivino que por aquí no conoceremos ningún otro single del disco y que la canción va a ser tan explotada que los menos machacones -entre los que, por cierto, no me encuentro- la terminarán odiando en 3, 2…