A nadie se le escapa (y a los de Balmes menos) que esto es una oportunidad increíble: muchos de los que han protagonizado las bandas sonoras de este anuncio han terminado siendo superventas en España, incluso aunque se hayan quedado en el one hit wonder. Love Of Lesbian están ya tullidos talludos (y, sobre todo, tienen suficientes éxitos a sus espaldas) como para engrosar la lista de OHT, pero a nadie le amarga un dulce, y unos cuantos miles de canciones vendidas son uno bastante goloso.
El problema ha venido porque, al ser esta vez un grupo español el protagonista del anuncio, algún publicitario ha pensado que era buena idea que los chicos hagan una paellita, que para eso es una de las especialidades gastronómicas reconocidas en todo el mundo. El problema es que los puristas de la paella son, y con razón, muy celosos de su buena preparación. No es para menos: quizá sea el plato típico que más violaciones recibe a lo largo del día. Porque paellas buenas, buenas, buenas de verdad se comen en bastantes sitios de la Comunidad Valenciana, y en el resto del país, el 90% de los restaurantes hacen lo que pueden, es decir, un arroz con cosas -como el de Love of Lesbian, con cebolla y pimiento- que ni sigue la receta original ni lo pretende. Para nuestra desgracia y los miles de turistas que se lo comen al año, claro.
Eso sí, al más puro estilo Loewe y los hipsters de papá, el anuncio ha generado polémica, discusiones y sobre todo uno de los hashtags más divertidos de los últimos años, #estrellaMDMA, amén de una especie de crítica-parodia-gracieta que mucha gente se ha tragado e incluso ha obligado a la marca a desmentir que esa fuera su gráfica oficial para medios impresos. Está visto que hay demasiados crédulos en el mundo.