Entramos en la recta final del festival con el consecuente agotamiento, pero con la energía que da la curiosidad por comprobar la excelencia de buena parte de la programación de Sónar Día. Y además es un esfuerzo que tuvo recompensa el sábado gracias a los norteamericanos Chromatics, conocidos gracias al tema ‘Tick of the Clock’ en la ya mítica banda sonora de ‘Drive’ y catapultados con firmeza por su segundo trabajo ‘Kill for Love‘, que obtuvo un amplio reconocimiento el pasado año. Son elegantes, comedidos y actúan con la serenidad de tener todo bajo control. Sus melodías oscuras entraron en contradicción con el soleadísimo y ardiente escenario SonarVillage y podían haber lucido más en el SonarHall, pero este detalle no debe desmerecer una de las mejores actuaciones de la jornada.
La británica Mary Anne Hobbs, periodista de la BBC Radio y colaboradora durante varios años como comisaria del Showcase en Sónar Noche, no estuvo afortunada en la sesión que ofreció a media tarde, que desarrolló con la excusa de mostrar la línea editorial de su nuevo programa matinal. Si la primera mitad de su sesión sonó más experimental, la segunda fue un poco más asequible en cuanto a melodías, quizá porque era consciente de la barrera que se levantó entre ella y la audiencia. Esta mejora no sirvió de mucho ya que no consiguió conectar con un público muy numeroso que no dejó de hablar de sus cosas, dando la impresión de que estábamos en una sesión de música de fondo, para charlar o tomar copas, como el relleno que se pincha en el intervalo entre conciertos.
Una de las notas R&B, que se agradecen como quiebro a sesiones de bpms, fue la de la pareja británica formada por Aluna Francis y George Reid, bajo el nombre de AlunaGeorge. Lo manejaban todo con bastante soltura amparados en un sonido correcto y en la voz fluida de Aluna, a su vez protegida por una banda con bajo, batería y los teclados de George, todo lleno de tintes pop y un toque de trip-hop. En apenas una hora comprobamos que el grupo no sólo funciona en estudio y con el respaldo de la producción. No faltaron la colaboración de Disclosure ‘White Noise’, con poco parecido a la original, ni la adictiva ‘You Know You Like It’, que coronó una actuación más que notable.
Viendo el poco atractivo que prometían Darkstar, no sabemos si por un comienzo algo plomizo y demasiado suave para el prime time diurno, con la audiencia hambrienta de emociones más fuertes, eran tentadoras las que había disponibles algunos metros más arriba, en el SonarDôme: aforo completo, rendido a la contundente sesión de música disco y funk de Krystal Klear, con un cóctel infalible de canciones pegajosas y tan reconocibles como las de Daft Punk, Will Smith, Basement Jaxx, Todd Terje y hasta el ‘Into the Groove’ de Madonna. La sesión más bailable de la jornada.
Vatican Shadow, como buen obrero especializado en la distorsión, no es supuestamente apto para todos los públicos, pero esta teoría no fue determinante para actuar en SonarHall y congregar a un sorprendente número de curiosos que cayó en la red oscura que Dominick Fernow tejió a base de techno muy duro. A veces incluso de showman metido en el papel de un psicópata que elaboraba en riguroso directo una actuación profunda y deslumbrante, a un volumen ideal para reventar altavoces. Si no llevaba tapones en los oídos le auguramos tres o cuatro años más de problemas de audición, siendo generosos. En cualquier caso, elevó el excelente nivel de ese territorio noise que el festival siempre nos ofrece y que nos bastó para dejar Sónar Día con buen pie.
La verdad es que, en general, teníamos pocas expectativas respecto al Sónar Noche, así que había poco espacio para la decepción. La velada comenzó con el plato fuerte: el concierto de Pet Shop Boys, idéntico al que ofrecieron el jueves por la noche en la gala inaugural para invitados y prensa, obviamente con más público aunque sin abarrotar. Fue imposible resistirse a repetir la última media hora, cargada de hits. Muy cerca, Delorean demostraron que el camino que han trazado sigue dando, por ahora, buenos resultados. Además parecen en buena posición a las puertas de conocer su nuevo trabajo. La impresión, tras un concierto en el que no faltaron ‘Real Love’ y ‘Stay Close’, es que su destino sigue siendo la pista de baile y las canciones inmediatas. Quizás merecieron algo más de público aunque tampoco de esto se pudieron quejar.
De las rentabilidades del éxito han sacado buen provecho los 2manydj’s. Su capacidad de convocatoria nunca deja de sorprendernos. Nada más pisar el escenario ya tenían el gigantesco recinto SonarClub literalmente abarrotado. Un lleno histórico sólo comparable a espectáculos de la altura de The Chemical Brothers o Underworld en anteriores ediciones. Y lo hicieron además con una actuación tan efectiva como conservadora: allá por donde van (y cuesta pensar en un festival internacional o gran club en el que no hayan actuado) repiten la misma fórmula de pasar por la minipimer de la electrónica éxitos muy bien seleccionados en la historia de la música actual. Lo asombroso es que no cansa. El dúo de dj’s ha suspendido súbitamente su pequeña gira como Soulwax para terminar el nuevo disco, que saldrá este verano, y las actuaciones que ya estaban programadas como Soulwax han sido sustituidas por 2manydj’s, así que en cualquier caso ellos están presentes. De su llenazo se aprovechó Undo, al que seguimos con atención desde que el pasado año publicara su disco ‘Motas de Polvo‘ y al que vimos en los conciertos durante el día (los de Metro Area y Lindstrøm). Demostró sobrada experiencia a la hora de ofrecer una sesión de techno que mantuvo al público en el Club, consiguiendo una sonada ovación que se extendió hasta la aparición de Paul Kalkbrenner. El berlinés ya es habitual en el festival y cumplió con lo que podíamos esperar de él. Llevaba su camiseta del Bayern de Múnich y actuar con camisetas de equipos de fútbol es una costumbre que sólo le permitimos a él -se tachó de oportunista que Skrillex llevara una camiseta del Barça cuando actuó sobre su nave espacial el día anterior-. En cuanto al directo, delirio por el techno alemán. Le ocurre como a 2manydj’s: puede parecer poco innovador, pero hasta la fecha no conoce fecha de caducidad y disfruta de un tirón suficiente para seguir explotando la misma fórmula. ‘Berlin Calling‘ va a ser un referente difícil de aparcar y le queda cuerda para rato.
También le auguramos buen futuro a Ed Banger Records, sello francés que celebró en SonarPub su décimo aniversario con tres actuaciones sacadas de su interesantísimo repertorio. Para abrir boca, el sugerente directo de Breakbot que, con la compañía de una banda, acudía para deleitarnos con las virtudes de su primer y único LP: un recorrido por canciones accesibles con aires soul, funk y pop muy bailable. Y tras la sesión de una hora escasa de Busy P, le tocó cerrar el cumpleaños a Justice DJ Set. Llevan un tiempo algo estancados y eso también queda patente en sesiones como la suya, que fue poco brillante y difícil de digerir. La idea fue llevar a su terreno canciones reconocibles de Portishead o Aphex Twin, quizás sobradas de distorsión y con contadas concesiones al baile.
Nada que ver con la brillante sesión de Maceo Plex en SonarLab, que pincha tan bien que hace que todo parezca fácil. El norteamericano firmó uno de los mejores momentos de la noche con ritmos contundentes y hedonistas, un house profundo que encantó a unos asistentes que le ovacionaban a cada momento porque, en resumidas cuentas, el dj les estaba dando justo aquello que pedían: más horas de buen baile.
Para poner la guinda a esta edición de aniversario del festival, dos habituales de las horas de cierre y que son dos maneras diferentes de entender la música de baile. En el SonarClub, el chileno Luciano desplegaba techno de corte europeo en una fiesta oscura con humo y confetis. Y a mucha distancia -conceptual y física- el veterano Laurent Garnier, otro experto en los amaneceres del Sónar -ya actuó la primera edición de hace veinte años-, puso el broche final a unos días extenuantes con una sesión histórica (ya están esperando a que alguien la suba) que nos dejó, otro año más, la imagen impagable del lento amanecer sobre el ocaso de un festival de referencia mundial. Txema, Sr John.
Fotos: Óscar García y Juan Sala (Sónar)