En la conferencia sonaron tres nuevas canciones: ‘Cuando no estás’, ‘Tantas veces’ y ‘Bohemio’. La primera trata de la amargura de echar en falta a alguien querido, muy en la línea de su estado emocional actual. “Dicen que para escribir es indispensable sufrir”, recuerda en ‘Tantas veces’. El artista no duda en cantar nuevamente al desamor aunque él prefiera ser un bohemio que un especialista en la canción romántica. Mientras los dos primeros temas muestran al Calamaro más apesadumbrado y quejica, el rockero deja claro por fin en ‘Bohemio’ que del dolor también se sale. Tres canciones a las que de momento les falta algo para brillar. O quizá fuera un problema que a la organización se le ocurriera presentarlas acompañadas de canciones como ‘Alta suciedad’ o ‘El salmón’.
En cualquier caso, su vena canalla, intacta, salió a relucir en cuanto tomó el micrófono para saludar a los «chilangos». Calamaro no tiene reparos en hablar de las armas –confiesa que sueña con tener un AK-47 de oro-, de las protestas en Brasil por la subida del transporte o de los toros (cree que hemos vuelto a la Edad Media porque se prohíben las corridas de toros o se cierran las tiendas de discos). El argentino trató de encandilar a la prensa con sus ocurrencias, pero fracasó en el intento. “Creo que está probando sonido Ana Gabriel, la hija de Peter Gabriel con Ana Belén. Con permiso de Victor Manuel, por supuesto”, bromeó sin mucho atino. Algo disperso en sus respuestas, explicó que la bohemia bien entendida es la última trinchera y la mala entendida es la cirrosis. “Es un disco que se me antoja más clásico”, aseguró, y agregó que escribió las canciones en Buenos Aires y en Madrid. Luego añadió que, a diferencia de lo que sucede en sus discos anteriores, no hay “coqueteos” con música caribeña, sintetizadores o con orquestas. “No se puede pensar en un disco de rock sin solos de guitarra, pero este no es un álbum de pose rockera”, advirtió.
El bohemio de Andrés Calamaro tiene la oportunidad de meter la pata, arrepentirse y seguir la metodología de alcohólicos y narcóticos anónimos descrita en ‘Doce pasos’, una de las canciones en las que el argentino “choca con la más estricta realidad”.
El disco, compuesto por diez temas, está coproducido por el argentino Cachorro López, quien también ha trabajado con Diego Torres, Julieta Venegas o Paulina Rubio. “Un disco de Cachorro López puede considerarse ya un disco de autor, él ya goza de tal prestigio como productor que puede darse el lujo de elegir con quién trabaja”, señaló. El artista de momento no tiene previsto venir con su gira “Bohemio” a Europa.