Una de las propiedades que no esperábamos de la música de Jessie J es que incitara a la violencia en sus conciertos. Pero desgraciadamente pasó en uno de los shows de la británica en Malta para un programa de MTV. La cantante, al percatarse de que dos asistentes estaban saldando sus diferencias en la primera fila, no dudó en parar su actuación y darles un sermón sobre la función de la música como herramienta para juntar a la gente. Una vez ejercida su función de jueza de paz, siguió su concierto como si nada.