‘¿Quién quiere casarse con mi hijo 3?’: comienza la vendimia

Son pocos los realities no emitidos por Telecinco que aguantan más de dos entregas en antena. Pero el universo tróspido no sólo resiste a la estadística, sino que se confirma otra vez como la gran esperanza de los que creemos que otra docurrealidad es posible. Que una cosa es perder el tiempo viendo un programa en la tele, y otra muy distinta permitir que galas absurdamente largas hagan parecer cada mañana que llegas al trabajo de empalmada.

Por suerte ya está aquí la tercera temporada de ‘Quién quiere casarse con mi hijo’, el formato que democratizó el adjetivo de tróspido entendido como programa ligero que busca anteponer el humor al morbo y que pide a gritos ser comentado en Twitter o foros o whatsapp para ser disfrutado mejor.

Esto al menos es lo que esperamos de esta nueva entrega del programa en Cuatro, que presentó ayer a los nuevos solteros en un especial de bienvenida que nos dejó claro que las expectativas se van a cumplir cuando arranque el programa gracias a que la “corinización” de efectos de montaje y sonido ha sido elevada al cubo. También ayuda a no perder la esperanza la confirmación de que Levante es el nuevo Canarias en lo que a cuna de concursantes se refiere, y que las madres vuelven a eclipsar a sus hijos descaradamente. Especialmente Mari Carmen, a la que adoramos e idolatramos incluso sin subtítulos.

Ella es un diamante en bruto, pero el resto del cásting no se queda atrás en lo que a WTF por minuto se refiere, ya que la selección final de candidatos a encontrar una pareja promete mucho. Claro que qué esperar cuando al final del programa descubrimos que han dejado fuera de esta selección a joyas como el musulman lover, el novio de las feas, el pómulos de madre distraída o el andaluz cuya madre prefiere que salga con “transexuales operadas antes que negras” (sic).

Si estos perfiles se quedaron fuera sólo puede significar que lo que hay dentro, aunque ya hemos visto un poco, va a ser jodidamente bueno. Necesitamos una razón para levantarnos los lunes. Luján, nos nos falles, o si lo haces, recuerda la solución: montar de una puñetera vez un ‘¿Quién quiere casarse con mi madre?’.

Alexis Martínez y Armando. El primer conquistador presentado se llama Alexis, tiene 26 años y va al programa con su padre, Armando, que es el resultado de juntar en un mortero un poco de Umberto Janeiro, otro tanto de Amancio Ortega y otro poco de Luis Fabra. Vamos, el típico señor en plena pitopausia que se cree más joven que su hijo y al que algo nos dice que no le faltarán ganas de levantarle las churris a su muchacho. ¿Lo mejor? Los modos de Janeiro High Class de Benidorm que portan ambos, capaces de navegar bajo la lluvia leyendo Expansión sin que se les mueva el foulard. Una prenda que por cierto Alexis, que quiere ser el nuevo Dieguito Tupés, colecciona como si fuera Bea La Marquesa. A Armando le preocupa que su hijo se líe con una cazafortunas que acuda al olor de sus coches. A Alexis, que se rían cuando imita a Bustamante.

Víctor y Mercedes. Reconocemos que lo que parecía ser otro típico caso de brasas inocente capaz de dormir rodeado de peluches de tómbola y atrapasueños ha resultado ser uno de los favoritos. A ello ayuda mucho su biografía, en la que destaca que fue monaguillo, aunque ahora vende hamburguesas de McDonalds. Eso sí, no ha sido hasta que ha aparecido su madre Mercedes que hemos sido testigos de todo su potencial, que ha explotado de golpe al explicarnos que lo más lejos que ha ido en su vida de viaje es al Parque Warner y que le gusta mucho el porno, los dibujos de Pokemon, las tetas, Concha Velasco y las chicas que sean mitad pijas y mitad chonis. Vamos, que le pone algo así como Maricielo Pajares, pero ahora. Al loro con él, que encima tiene un amigo que tiene camisetas de David Delfín con el que quema carne en barbacoas y un peluche de la serpiente de Ikea que popularizó ‘Gran Hermano’. El detalle de llevar ropa sucia en bolsas de basura como si fuera una Mayte Zaldivar cualquiera también tiene tela.

Roi y Belén. Definitivamente, la generación Diamante es el futuro de la homosexualidad televisada. Porque de ahí, o del Stardust, o del Que trabaje Rita ha salido Roi, la obligada cuota gay al que su madre define como un James Dean del siglo XXI. Gallego, de 27 años y estudiante del IED (lo que viene a definir al 90 por ciento del público que acude a esas fiestas en las que Pedriño también es la estrella), él prefiere definir a su madre como muy Elsa Pataky aunque nosotros la vemos más Bomba Latina de los Chico y Chica. A medio camino entre el odio y la fascinación total, este chico que también es empresario y DJ y cuyo mejor amigo es su perro Poncho, confiesa que le gustan los zapatos y los coches que son muy “muy” y muy “su rollo”. Y nosotros nos lo creemos, fíjate.

Leo y Silvia. Olvidad las dietas ricas en proteínas que lo que saca músculo es la religión. O al menos esa es la conclusión que sacamos después de ver al evangelista de ‘Un príncipe para Corina’ y a Leo, este argentino cañón y jugador de rugby que se postula como el mojabragas oficial de la tercera edición. Una suerte de Cabano hiperdesarrollado que vive en Alicante y que habla en BritneySpearsPop cuya madre recuerda bastante a Bárbara Rey. Alegría, sobre todo cuando enseña culo y le pixelan rabo, lo que asegura una lucha encarnizada de hembras finísimas a la caza de otro macho depilado y tatuado que no entró en ‘Mujeres y hombres y viceversa’. Si os lo estáis pensando, acordaos de meter en el bolso unas toallitas Chilly, que se ve que al muchacho le gusta encontrarse con vaginas limpias y desinfectadas como un quirófano.

Fran y Mari Carmen. Y para el final, como siempre, lo mejor del pastel. Una guinda llamada Mari Carmen que habla como Ozores y cuya preocupación principal es decirle a su desnutrido hijo Fran, que podría perfectamente no salir y tampoco lo echaríamos en falta, que coma y engorde. Flechazo de señora que se merece un programa para ella sola en el que poder soltar sin parar perlas como que “el sexo da anemia y debilita a las personas” o que “a las novias de mi hijo las doy 100 euros para que se compren bragas cuando vienen a casa”. Ella lava ropa limpia que ya está limpia. Ella limpia la casa que está recogida. Ella es muy limpia y lo dice quien la conoce. Ella vendimia mientras canta Rocío Durcal con las amigas. Ella lo será todo en este programa. Al tiempo.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Claudio M. de Prado