Moz relata en la entrevista cómo fue el suceso:
«Me llevaron rápido a un hospital donde descubrieron que tenía una úlcera y luego todo derivó en una neumonía doble. Pasé más de cuatro semanas con suero, pero rechacé una transfusión de sangre. Me las arreglé para hacer algunos shows más en Estados Unidos, pero cuando llegué a México los médicos me dijeron que parara. No poder terminar el tour fue devastador, pero los médicos me advirtieron que estuve a punto de morir y si estaba tratando de matarme. De hecho, creo que eso era lo que estaba haciendo».
Sobre si estuvo preocupado por la gravedad de la enfermedad, Morrissey añade, con su dramatismo particular: «no me preocupé demasiado porque eventualmente todos morimos algún día y en mi caso sería mejor morir en una escenario que en un sofá cubierto de migas de pan».
En el resto de la entrevista, el ex líder de los Smiths habla sobre política y las revueltas de Brasil, su miedo a los aviones pequeños, las noticias ridículas sobre Beyoncé que hay en los portales de música y sobre su autobiografía que «podrá encontrarse en la sección de Psiquiatría y Salud Mental de las librerías».