Lauryn Hill se declaró culpable
pero alegó durante el juicio haber cumplido con sus obligaciones fiscales durante toda su carrera excepto en el período valorado, entre 2005 y 2007, por haber decidido retirarse por completo de la vida pública para proteger a sus hijos. Tras cumplir su pena en prisión, estará tres meses más bajo arresto domiciliario y un año en libertad condicional. Se esperaba que el contrato firmado con Sony ayudase a Lauryn a poder pagar la millonaria deuda, pero finalmente no ha sido así.