Era raro editar el disco reflexivo (‘Elysium’) en una multi y el bailable (‘Electric’) en una indie. Suena hasta a venganza. Y no sé en qué lugar dejaba esta teoría conspiratoria a los que defendimos el encanto de canciones como ‘Leaving‘ o ‘Invisible’. Por fortuna el dúo ha explicado en las entrevistas promocionales, muchas de ellas realizadas en España con motivo de su presentación en el Sónar, que está igualmente orgulloso de ambos discos y que ‘Electric’ podría haber sido perfectamente editado con su sello anterior.
Estamos, pues, al menos conceptualmente y en teoría, ante un álbum más de Pet Shop Boys, uno en el que su faceta «pop» vuelve a complementar a su faceta «art» (la del disco del año pasado) como sucedía en aquel magistral recopilatorio dividido en dos editado en 2003. Esta vez, esa faceta «pop» es entendida claramente en clave dance y para ello se ha colaborado -a menudo a través de internet- con Stuart Price, productor de varios álbumes a lo largo de los últimos años, pero muy especialmente del exitoso ‘Confessions On A Dancefloor‘ de Madonna. ‘Electric’ conecta con él en varios sentidos, algo de lo que Pet Shop Boys no tienen que avergonzarse si recordamos que ellos remezclaron el ‘Sorry’ que la reina del pop utilizó en su gira ‘Confessions’ o que ella misma se inspiró en ‘West End Girls’ en ‘Jump’, otro de los singles de aquel disco. En primer lugar, ambos lanzamientos carecen de baladas ni nada que se le parezca, género que también ha dado muy buenos resultados a Pet Shop Boys, empezando por ‘Being Boring’ y terminando por la mencionada ‘Invisible’; ambos contienen un guiño muy evidente a Visage (‘Fluorescent’ en este álbum, ‘Forbidden Love’ en el de Madonna) y ambos orquestan uno de sus singles principales en torno a un sample de una canción antigua pero muy conocida.
‘Love Is A Bourgeois Construct’, el ‘Hung Up’ de 2013, no puede desprenderse de su factor kitsch en las primeras escuchas. Además en España por partida doble -como sucedía con Coldplay y su ‘Ritmo de la noche’– pues el tema sampleado de Michael Nyman, ‘Chasing Sheep Is Best Left to Shepherds’, fue utilizado como sintonía en un famoso programa de Mercedes Milá. Sin embargo, va construyéndose poco a poco como otro himno apabullante de la carrera del grupo, a la altura de un ‘Go West’ o un ‘Pandemonium’, pero sin remitir particularmente a ninguno de los diversos intentos de repetir un hit de este tipo. Como producción dance y de la mano de Stuart Price, ni esta ni ninguna otra consigue deslumbrar en especial. Sin embargo, Pet Shop Boys suplen cierta incapacidad (o a estas alturas, falta de necesidad) de innovar de la mejor manera que saben: con sus impecables letras (nótese que ‘Axis’ en principio tenía una letra mucho más larga, pero quedó casi reducida a instrumental porque el texto no les convencía). Inspirada en ‘Nice Work’, una novela de David Lodge en la que uno de los personajes le declara su amor a otro encontrándose con la respuesta de que «el amor es una falacia burguesa», la letra de «Love» es capaz de incorporar banqueros, a Karl Marx o términos alemanes («Schadenfreude», alegría del mal ajeno) para terminar convertida en la última frase en una irresistible declaración de amor. Gloriosa.
Y hay más muestras de ingenio. ‘Bolshy’, además de una reivindicación del sonido acid de los tiempos en que Stuart Price tenía 10 años, es una canción dedicada a un «bolchevique», cuyo odio por la propiedad privada es desafiado por otra muestra de amor («no me creo que no sepas que puedes poseerme»). ‘The Last To Die’, en principio un tema que vinculaba la guerra de Vietnam con Irak en el disco de Bruce Springsteen de 2007 (‘Magic’), adquiere aquí nuevos posibles significados (el grupo menciona en las entrevistas lo que le gustaba ‘Streets of Philadelphia’ o cómo aún recuerdan cuántos amigos suyos murieron de sida en los 80). Aunque posiblemente sus fans prefieran la bonita historia de ‘Thursday’, complementada por Example haciendo de amante, y conectando en cierta manera con ‘What Have I Done to Deserve This’. Como la película ‘Weekend‘, cuestiona cuánto durará un amor de fin de semana (en este caso de pre-fin de semana).
‘Vocal’, como single, posiblemente no convenza a nadie menor de 30 años que previamente no haya comulgado con el grupo, pero sirve para cerrar el disco muy, muy arriba (curioso lo del orden alfabético del tracklist, con la pequeña trampa de «Bourgeois»), dejando con ganas de más y conectando en sonido rave con otras canciones como la mencionada ‘Bolshy’ o ‘Shouting In The Evening’. En la inevitable carrera por conseguir el título de «mejor disco de Pet Shop Boys desde ‘Very'», ‘Electric’ no logra un decidido primer puesto. Sin embargo, donde ‘Fundamental’, ‘Yes’ o ‘Elysium’ presentaban seis canciones buenas, tres pasables y dos o tres fillers, ‘Electric’ prescinde de parte de estos dos últimos grupos para parecer más sólido y algo más convincente. Poca cosa que envidiar al cacareado disco de Disclosure…
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Love Is A Bourgeois Construct’, ‘Vocal’, ‘Thursday’, ‘Fluorescent’
Te gustará si te gusta: ‘Introspective’, ‘Disco 3’
Escúchalo: The Guardian