Lo que iba a ser una sola película, acabó convirtiéndose en una trilogía (aunque se pueden ver de forma separada y autónoma). ‘Paraíso’ está compuesta por tres historias que reflexionan sobre el fracaso, sobre lo infructuoso de buscar 1) el amor a través del sexo de pago en un entorno “paradisíaco” de carácter capitalista-colonialista, 2) hallar refugio, consuelo y una forma de “paraíso terrenal” en la religión, y 3) abandonar el “paraíso infantil” sin sucumbir ante las decepciones y desengaños de la adolescencia.
Tres historias de frustración ofrecidas por Seidl con su característico estilo: una combinación de gélidas y severas tableaux vivants, de una belleza mórbida, junto a largos y naturalistas planos secuencia de inspiración e improvisación casavettianas.
Tres historias a las que aplicar su particular mirada: sórdida, cruda e implacable. El director austriaco usa (y, a veces, abusa) la estética feísta, el humor seco y la excentricidad moral como forma de incomodar al espectador, de provocar una reacción que permita una posterior reflexión.
Seidl desmaquilla al mundo para hacer visible su rostro más obsceno, decadente e inmoral: las relaciones de poder y explotación entre los seres humanos. La cara oculta que se esconde en los resorts de los países tercermundistas o tras las puertas de las casas de los países desarrollados.
Tres notables, lúcidas y provocadoras películas del último gran poeta de la crueldad (“pornógrafo social” se autodenomina) que se podrán ver simultáneamente en salas y en Filmin (16, 23 y 30 de agosto). 8.