Se trata de una identidad que nace de la dualidad de dos entes, como los de la portada. “Tienes que trabajar para unirlos”, comenta. “Y en el centro está ese «tú» con el que naces y que nunca se va. […] Ese sentimiento de estar paseando por algún lugar y de repente sentirte verdaderamente agradecida y saber que todo está bien”. A ese centro, o núcleo como lo llama ella, Torrini le ha puesto el nombre de Tookah, un término inventado con el que pretende identificar el «yo» con el que todos nacemos “antes de que la vida nos decore como a un árbol de Navidad, con todos los accesorios”.
Ese es el concepto tras ‘Tookah’, nuevo trabajo en la carrera de esta compositora de fragilísima voz cuyo debut (reconocido) se remonta a 1999. Torrini es también conocida por haber escrito ‘Slow’ de Kylie Minogue, a la que se asemeja ligeramente ‘Tookah’ (canción) por su inclinación electrónica. El tema homónimo que abre este disco promete, de hecho, un cambio de dirección bastante drástico en el sonido de la artista, con algún punto incluso a los Radiohead de ‘Amnesiac’.
Tal cambio al final no es tal, y ‘Tookah’ incorpora sintetizadores pero dosificando su peso a lo largo del disco, no enfocando su sonido en torno a él. Por ejemplo, ‘Elísabet’, que Torrini dedica a su tía, o ‘Carterpillar’ muestran a una Torrini escribiendo el tipo de canciones hermosas e intimistas que siempre ha sabido hacer, pero añadiendo, a su vez, esos matices nuevos que aporta la electrónica. ‘Home’, por su parte, brilla por su sonido orgánico y por su encantador ritmillo. No obstante, el gran single ‘Speed of Dark’ o la simpática ‘Animal Games’ sí extienden la propuesta de la pista inicial con resultados igualmente estupendos.
Solo la final ‘When Fever Breaks’, que en realidad tiene ya cuatro años (fue la primera canción que grabó Emilíana tras terminar el tour) sugiere que este giro hacia lo experimental puede dar también resultados mucho más arriesgados e interesantes. Sin embargo, sigue siendo en la introspección de temas como ‘Blood Red’ o ‘Autumn Sun’ donde Torrini cautiva más, porque no hay instrumento más hermoso en todo ‘Tookah’ que su voz, ese hilillo de puro espíritu que le sale del pecho cuando entona sus melodías más conmovedoras.
Calificación: 6,7/10
Lo mejor: ‘Tookah’, ‘Home’, ‘Speed of Dark’, ‘When Fever Breaks’
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Escúchalo: The Quietus