Echando una mirada atrás hacia el conjunto de su carrera, no parece casualidad que una de las primeras canciones que conociéramos de Placebo se llamase ‘Teenage Angst’ («angustia adolescente»). No sé si es cosa de estar obsesionados con una misma temática o que no saben ver más allá del adolescente enfurecido que Molko y Olsdal tienen dentro de sus cuerpos de hombres que rozan la cuarentena, pero hasta el día de hoy siguen erre que erre con unos textos que esperarías leer en el perfil de Tuenti de un chaval que se ha puesto filosófico. No hay más que escuchar el single ‘Too Many Friends‘ para darse cuenta de ello. Ya sabemos que los smartphones y las redes sociales han llegado a un punto en el que están casi por encima de las relaciones cara a cara, pero el bueno de Brian nos lo ha de recordar así: «My computer thinks I’m gay / What’s the difference anyway / when all that people do all day / is stare into a phone».
No es estrictamente necesario que un grupo escriba buenas letras para poder disfrutar de su música. Las de Kings Of Leon dejan bastante que desear, pero con buenas melodías y temas con gancho logran que te olvides de ello. Además de que el acento del sur de EE UU de Caleb Followill no es fácil de pillar a la primera. Todo lo contrario que sucede a Molko, a quien se entiende bastante bien cuando canta, echando a perder temas como ‘Rob The Bank’ por una letra que es de traca, sobre robar bancos alrededor del mundo, ir a casa y hacer el amor.
Musicalmente, del nuevo álbum de Placebo no es que nada valga la pena, pero es cierto que llevan años cuesta abajo en lo que a inspiración se refiere. Hay buenas melodías y temas bastante competentes, como el titular que abre el disco o ‘A Million Little Pieces’, pero ni en sus mejores momentos llegan a lo logrado en discos redondos como ‘Without You I’m Nothing’ o temas como ‘Taste In Men’, ‘Slave To The Wage’, ‘Every You, Every Me’, ‘The Bitter End’ o incluso ‘Infra-Red’, de ‘Meds’ (2006), canciones que eran brutales como mínimo en lo musical. Los fans acérrimos de la banda (y teenagers que los descubran ahora) disfrutarán de ‘Loud Like Love’, porque mantiene el sonido propio de la casa, pero el resto de los mortales intuimos un álbum a duras penas correcto y con poco que rascar. Al menos en directo siempre podrán traernos buenos recuerdos de lo que llegaron a ser.
Calificación: 5,2/10
Lo mejor: ‘Loud Like Love’, ‘A Million Little Pieces’.
Te gustará si te gustan: mucho Placebo o eres capaz de obviar las letras
Escúchalo: Deezer