Delorean hace escala en Berlín con ‘Apar’

La gira mundial de Delorean (que no incluirá España hasta el año que viene) hacía parada este viernes en Berlín diez días después del lanzamiento de su esperado quinto LP, ‘Apar‘. Ekhi Lopetegi y los suyos desembarcaban con toda su cacharrada en la estación de Schlesisches Tor, en cuyos bajos se encuentra el club Bi Nuu, en pleno corazón de Kreuzberg, y en pleno corazón de la música electrónica europea, hogar de Modeselektor o Ellen Allien. Aquí la oferta cobra dimensiones depredadoras y quizás por eso el pop electrónico de los vascos no hizo del todo pleno en una sala a medio llenar.

Precedidos de un grupo alemán de power pop bastante ñoño que más que calentar la pista de baile provocó una peregrinación masiva a la barra, Delorean consiguió volver a convocar a sus fieles alrededor del escenario al ritmo de ‘Seasun’, apertura del celebérrimo EP ‘Ayrton Senna‘. Ahora más que nunca, el recurrente «I would never be the same again» sonaba a hecho consumado. Progresivamente, primero con los sintetizadores y luego los bajos, alargando dulcemente los preliminares, el tren iba cogiendo ritmo y se iba adentrando en ‘Spirit’, primer tema de su nuevo disco. Si los hitazos rompepistas eran la seña de identidad de los anteriores trabajos de Delorean, ‘Apar’ abre la puerta a la reflexión, a la inspiración trascendental catalizada con sintetizadores y con un inusual peso vocal que en directo, eso sí, se ve mermado a favor de la batería y de los teclados.

Y así, con olor a té chai, el Delorean Express se dirigía a todo vapor hacia Darjeeling con ‘Dominion’, que se crece hasta lo obsceno en directo y que el público consagró como el temazo del nuevo disco a pesar de la deficiente calidad acústica. La sala se despertaba y se venía arriba para revisitar la plenitud disco de ‘Real Love’ y ‘Stay Close’ de ‘Subiza

‘. La elección estratégica es intachable. Sólo ‘Dominion’ podía hacer de puente entre la madurez más calmada de ‘Apar’ y el ‘Subiza’ más enérgico sin suscitar el manido “cualquier tiempo pasado fue mejor”.

‘Stay Close’ se va transformando hasta convertirse en ‘Still You’, cierre del nuevo álbum. Bajaba el ritmo y el público respiraba hondo con otro tema del anterior disco, ‘Grow’, seguido de ‘Keep Up’, que nos llevó a un momento de bajona transitoria y expectación hasta que el grupo volvía a pisar el acelerador con ‘Destitute Time’, segundo gran highlight de la noche, que la sala supo agradecer con extravagancia coreográfica.

“¡Otra, otra!”, exigía el público en castellano. Delorean volvía al escenario con el primer y único bis, el temazo bailable ochentero de ‘Subiza’ ‘Come wander’. “¡Beste bat!”, se oía cuando ya se marchaban. Pero no, ni en euskera colaba la petición de clemencia. Después de un viaje de alrededor de una hora, el tren Delorean nos dejaba tirados en medio de la nada y con todo el calentón para seguir el periplo hacia latitudes escandinavas y luego cruzar el charco en el leg norteamericano de su gira. A nosotros nos hubiese gustado bajarnos en Deli. O en Shibuya Crossing.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Marta M. Mencia
Tags: delorean