Paul Greengrass nunca ha sido un cineasta amigo de las soluciones fáciles rollo uno más uno igual a dos. De hecho, aunque la solución al problema acabe siendo igual, prefiere usar operaciones matemáticas más complejas y rebuscadas antes de soltar el final. El resultado es el mismo, sí, pero el viaje hasta llegar ahí es tan enrevesado que se hace más placentero y, sobre todo, te deja con menos cara de bobo de lo habitual.
Un recurso esencial cuando se trata de contar historias reales tan mediáticas como la de este barco americano secuestrado por piratas en aguas somalíes. Una gesta cuyo final puede imaginar cualquiera que sepa que su guión está basado en el libro autobiográfico escrito por el mismo capitán que da nombre al filme. De ahí la importancia de buscar caminos alternativos a la hora de convertir las palabras en película para que lo que podría ser un telefilme más acabe siendo una de las mejores y más tensas ficciones de la temporada.
Algo que Greengrass ya demostró ser capaz de hacer con ‘United 93’, aquella claustrofóbica recreación de uno de los aviones secuestrados el 11-S. Un título que se viene mucho a la mente, y no precisamente por lo parecido de su temática, cuando ves ‘Capitán Phillips’, que también bebe mucho del estilo narrativo de ‘La hora más oscura’, otro de los claros espejos en los que se ha reflejado esta producción que tiene en Tom Hanks a un capitán que solo es tal cuando le ponen en frente a cuatro actores desconocidos capaces de hacer de los terroristas algo parecido a un ser humano.
Porque esta es la clave de la película, su narración casi paralela para mostrar mismos hechos en distintas geografías que luego tú, como espectador, debes encargarte de juzgar. Esta solo es la historia de unos hombres que se lanzan al mar para ganar dinero. La historia de unos hombres que deben responder antes sus jefes aunque eso signifique hacer cosas que no les gustan. La historia de unos hombres encerrados durante horas en un bote negando su destino. La historia de unos pobres diablos que esperan que ese “todo irá bien” que tanto se repite en la película sea verdad sin saber que cuando por fin llega, y se lo dicen, es precisamente cuando se derrumban. Lástima que el trayecto se haga un poco pesado. 7