«La noticia que más temía palidece en comparación con el nudo en la garganta y el hueco en el estómago que siento. Dos chicos se conocen de forma casual y 47 años después se quieren y se pelean de la misma manera… perderse el uno al otro es inasumible. No hay reemplazo posible, no hay consuelo digital o virtual, me siento destrozado después de todo este tiempo. A diferencia de muchos otros, con historias similares, tenemos lo mejor de nuestra furia reflejado en vinilo, para que el mundo le eche un vistazo. Las risas que compartimos hace apenas unas semanas siempre me recordarán todo lo que bueno que hubo entre nosotros”.