Darkside / Psychic

Intentar dirimir cuál ha sido el papel de Dave Harrington en la elaboración de ‘Psychic’ cuando Nicolas Jaar se está convirtiendo en una especie de “estrella” se presenta como una tarea realmente complicada. A pesar de que el propio Harrington dice que el disco es simplemente el sonido de él y Jaar juntos en una habitación, sí que es cierto que el estatus de Jaar y las diferencias entre ‘Psychic’ y el primer EP de Darkside pueden llevar a más de uno a pensar que el bueno de Harrington era el que traía los cafés al estudio y poco más. Nimiedades cuando estamos ante un disco exquisito -si se me permite la cursilada del adjetivo- y fascinante a partes iguales. Igual de absurdo resulta intentar poner etiquetas a la propuesta de Darkside. El propio Jaar se mofó de media prensa especializada sacándose de la manga el término blue-wave mientras veía cómo periodistas de medio mundo etiquetaban su música como ambient, cinemática y demás términos que no hacen justicia a la experiencia sensorial que supone escuchar ‘Psychic’.

Ya desde los once minutos de ‘Golden Arrow’ se intuye que estamos ante algo que coloquialmente se conoce como “caviar del fino”. Capas y más capas que se mezclan de forma densa, con precisión casi matemática, y que son capaces de dejarte con la boca abierta cuando aparece ese falsete que hiela la sangre. ‘Sitra’ no deja de ser un aperitivo en forma de interludio para la que se erige como la canción “molesta» del disco: ‘Heart’. Tras un inicio que desentona dentro del conjunto, y hasta llega a incordiar, rápidamente vuelven a aparecer esas texturas hipnóticas tan sutiles que levantan el tema casi al final para enlazarlo con ‘Paper Trails

‘, quizá la canción en la que la presencia de Harrington es más palpable. La densidad del bajo hace que la canción sea a la vez fascinante y pegajosa. Como si Roxy Music hubiesen decidido convertir ‘In Every Dream Home A Heartache’ en algo parecido a música para follar -follar lento, se entiende- basada en un blues con las dosis justas de programación para que Michael Mann te la meta, y la canción también, en una de sus películas.

Hasta aquí llega la parte comprensible y explicable de ‘Psychic’. A partir de ‘The Only Shrine I’ve Seen’, la cosa empieza a cobrar tintes casi místicos, apocalípticos, y nos adentramos en una experiencia auditiva más fascinante aún. Puedes ponerte ‘Freak, Go Home’ en el metro y casi seguro que el paisaje cobrará un aire kafkiano que hará que tu vida sea un sinsentido mayor del que ya es. ‘Greek Light’, una especie de James Blake maligno, podría sonar perfectamente en tu entrada al infierno mientras ves pasar imágenes de todos tus pecados. Todos compilados en 2:55.

El Lp se cierra con ‘Metatron’ y si ocupa el último lugar es por algo: por joder, por hacer daño. Porque Jaar y Harrington son muy conscientes de que el final tiene que ser así: emotivo, con miles de capas sonoras yendo en direcciones distintas pero terminando en un único punto. Puta magia.

Y hasta aquí este humilde intento de explicar en qué consiste ‘Psychic’, probablemente uno de los discos más fascinantes, acertados y fallidos a la vez, hipnóticos y subyugantes de los últimos tiempos.

Calificación: 8/10
Te gustará si te gusta: perder la consciencia durante 45 minutos y no ser la misma persona cuando llegue el minuto 46.
Canciones destacadas: ¿De verdad no vas a escuchar el disco entero cada vez que te lo pongas?
Escúchalo: Youtube.

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Publicado por
Nicolás del Moral
Tags: darkside