La diferencia con los proyectos mencionados es que la música de Bflecha está más abierta hacia otros estilos, como el hip-hop, el 2 step, el R&B o el house. Hay una clara vocación ochentera en canciones como ‘Materia exótica’, pero ‘A Marte’ empieza recordando a M.I.A. -para rápidamente pasar a otra cosa-, ‘Мы’ tiene una base y una guitarra eléctrica mucho más sucias aunque hable de firmar la paz, y ‘Lava templada’ no puede ser más noventera. En realidad, el cóctel multigéneros resulta tan personal y actualizado que parece el soñado para cualquier cantante de pop que se precie. Si alguna vez es verdad que las Madonnas, Rihannas, Katys, Gagas y Britneys tenían que rescatar sonidos del inframundo para pasarlos por un prisma más pop, de esto va la cosa, sólo que aquí realizada por Bflecha en solitario con la co-producción del paisano Mwëslee (en el disco también colaboran TiMOTi o Noaipre de su sello Arkestra y Hosoi de Delorean). Curiosamente, desde que Róisín Murphy se ha dedicado a cambiar pañales, prácticamente ninguna artista pop ha querido llegar mucho más lejos de practicar un revival concreto sin nuevos matices, por no hablar de un EDM espantoso o unas producciones añejas que no hay quien baile sin ir pedo.
‘ßeta’ carece -eso sí- de un hit mayúsculo para callar bocas. También tiene que vérselas con un país muy dispuesto a ignorar talentos femeninos (Linda Mirada sigue siendo underground) o ponerlos a caldo cuando triunfan (Russian Red). Sin embargo, el disco contiene claramente unas cuantas canciones absolutamente solventes y llamativas. Entre ellas están la mencionada ‘A Marte’, con el irresistible doble sentido de su título, ‘B33‘ y ‘Mundo bizarro‘. Las tres se pegan como chicles y son muy evidentes en su inspiración hedonista. «Estoy a punto de llegar», «no tienes que preocuparte», «ya no hay vuelta atrás», «ecuaciones para cruzar el cielo tú y yo», «rumbo a la cuarta dimensión» o un simple «me siento bien» en el tema que ha contado con Arufe incluyen frases o expresiones tan claros en su mirada hacia adelante que resultan una metáfora de la propia música. Y acompañan buenos «fillers»: la base de ‘Lava templada’ es más elegante que cualquier cosa contenida en el último disco de Chase & Status, mientras que la final ‘Jápeto’ realmente resulta épica como perfecta, graciosísima despedida de un acto final.
Todo en el disco es tan 2013 que hasta es imposible no pensar en ‘ßeta’ como en un doble vinilo. En una época en la que la calidad del sonido interesa particularmente a los fans de este recuperado formato, dando lugar a vinilos dobles por doquier aunque algunos no sean tan largos, con este disco merecerá especialmente superar la pereza de levantarse para dar la vuelta a cada cara: la A, la B y la C se abrirían con un instrumental y la D con un corte que empieza diciendo «esto ha llegado a su fin». Es una pena que el disco no nos haya llegado a tiempo para este verano, pero da igual: su encanto va a durar hasta el que viene y probablemente más allá.
Calificación: 8,2/10
Lo mejor: ‘A Marte’, ‘B33’, ‘Mundo bizarro’
Te gustará si te gustan: El Guincho y John Talabot tanto como Róisín Murphy y Linda Mirada
Escúchalo: en Deezer