«Como muchas parejas, [Lou y yo] elaboramos maneras de estar juntos: estrategias y a veces compromisos que nos permitieran ser parte de un par. A veces perdimos más de lo que podíamos dar o nos rendimos demasiado o nos sentimos abandonados. A veces nos enfadábamos mucho. Pero incluso cabreada jamás me aburrí. Aprendimos a perdonarnos el uno al otro y, de algún modo, logramos entrelazar nuestras mentes y corazones durante 21 años.»
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