Lady Gaga / ARTPOP

Lady Gaga se ha convertido en un deforme ser bicéfalo que se debate entre el talento y la singular personalidad que innegablemente tiene, y la peligrosa autocomplacencia de ese «libre albedrío» y ese «sed siempre vosotros mismos» que predica y que le impide ser mínimamente crítica consigo misma, alimentada por la legión de pequeños monstruos que jalea cualquiera de sus gestos, que justifican con cifras de venta de lo más vacuo y maleable. Podemos perdonar la ceguera al grueso de sus fans más encarnizados por su inexperiencia, pero Gaga debería saber que todos los más grandes han caído desde lo más alto de las listas de ventas y que no puedes basar tu carrera en eso, que mantenerse dignamente requiere cierta coherencia y solidez artística. Y eso, precisamente, es de lo que carece, sobre todo, ‘ARTPOP’.

Estamos ante un álbum que, como decíamos, ofrece algunas muestras de que Stefani Germanotta tiene una gran aptitud para componer buenas melodías y, en ocasiones, hasta logra convertirlas en canciones decentes. Es el caso de ‘Dope’ y ‘Gypsy’, temas bien construidos pese a sus clichés (en la primera, a duras penas logra contener su tendencia al exceso; en la segunda, vuelve a mostrar que Abba son un claro referente para ella). Son, junto a ‘Do What U Want‘, el eficaz corte entre el disco y el R&B cuya improvisada situación como segundo single se ha convertido en la mejor decisión de Gaga en años, las canciones más redondas de todo el conjunto. De hecho, cuando comienza este featuring de R. Kelly, de repente, parece que ha empezado a sonar otro disco distinto.

El resto de ‘ARTPOP’, lamentablemente, se debate entre buenas ideas mal dispuestas y peor desarrolladas y los fistros más infumables a los que nos hayamos enfrentado (voluntariamente) en mucho tiempo. Entre las primeras, lo más clamoroso es lo del single ‘Venus’, con un gran estribillo a la altura de sus mayores hits, pero malogrado por unas estrofas horribles con pinta de improvisación, casi eructadas, que dan validez al apodo que tanto gusta usar a sus haters, «Lady Vaga». Y algo similar ocurre en una ‘Aura’ solo soportable por un excelente puente, marca de la casa, que conduce a… la nada, convirtiéndolo en un estribillo simplemente potable. ‘G.U.Y.’, ‘Artpop’ y ‘Sexxx Dreams’, en su ortodoxia pop, son lo más salvable de una primera mitad que, en cómputo general, padece una producción chirriante, muy desagradable, que, sin venir a cuento, parece haber descubierto a estas alturas las bondades del electro de los primeros Justice, abusando hasta la náusea de unos recursos más vistos ya que el canalillo (uno de los productores del disco es Zedd, que considera

en las entrevistas ‘†’ de los franceses una obra capital).

Pero sin duda lo más desconcertante y frustrante de ‘ARTPOP’ viene con unos engendros que dan al traste con cualquier atisbo de coherencia estética y sonora (‘Born This Way‘, sin ser siquiera notable, al menos podía presumir de poseer esa baza). Aquí caben ‘Jewels ‘N Drugs’, un corte rap con T.I., Twista y Too Short muy pero que muy feo, ‘MANiCURE’, una cosa con guitarras heavies sin sustancia alguna en la que la voz de Gaga resulta particularmente desagradable y ‘Swine’, otra nadería basada en el electro que pitaba en 2007. Aunque, puestos a construir un podio peor, la artista norteamericana lo pone en bandeja reuniendo ‘Donatella’ (un bochornoso y absurdo homenaje a la Versace que no hay por dónde coger), ‘Fashion!’ (sus fans se enfadarán por las comparaciones con Madonna, pero el fusilamiento de ‘Holiday’ es penoso) y ‘Mary Jane Holland’ (una oda a los porros que debe haber recuperado de cuando iba al insti, porque otra explicación no cabe).

Merecen mención aparte unas letras que ponen en entredicho la chispa de Germanotta en la escritura. Y no por los juegos de palabras «venus/penis» y «Uranus/your anus» que, aunque sean dignos de escritores de la talla de LMFAO, acaban siendo lo más divertido del disco (Gaga, de eso se trata). Sino porque su general falta de imaginación en las temáticas («he soñado que follábamos», «sé tú misma», «tu amor es como una droga»…) está retratada con frases tan recurrentes como «I’m addicted to your love», «do what you want with my body», «we could belong together», mil veces utilizadas. Eso, claro, cuando su voz resulta inteligible con una masterización de tan dudosa calidad.

La recta final, con las mencionadas ‘Dope’ y ‘Gypsy’, levanta el vuelo de ‘ARTPOP’ meritoriamente, pero para cuando llega ‘Applause‘, primer single y último corte del álbum, el hastío es ya enorme. Es de justicia reconocer que Gaga tiene un gran talento para crear ganchos, que a la postre es lo único que logra salvar este álbum de un completo desastre, pero sin duda la falta de una dirección artística inteligente y sus irritantes pretensiones artísticas la llevan a estrellarse de bruces. ‘ARTPOP’ poco tiene de arte, porque no basta con que su (por otro lado, fea) portada la haya creado el prestigioso Jeff Koons; y a duras penas es pop, porque su inabarcable ego hace del álbum una experiencia difícilmente soportable, y la sola idea de volver a escucharlo al completo es fatigosa. Ríanle las gracias sus fieles acólitos pero, sin un mínimo de autocrítica, su estrella está abocada a desvanecerse.

Calificación: 5,5/10
Lo mejor: ‘Do What U Want’, ‘Dope’, ‘Gypsy’, ‘Venus’
Te gustará si: eres little monster o eres presidente del club de fans de Justice
Escúchalo: en Deezer

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: lady gaga