Daughter: «En directo intentamos crear un momento comunal»

Daughter ha sido una de las bandas que ha debutado en 2013 que ha logrado una mayor repercusión y un considerable éxito crítico con su primer largo, ‘If You Leave‘. El trío británico, que en Reino Unido cuenta sus conciertos por sold-outs visita estos días de nuevo nuestro país: hoy, 28 de noviembre, estará en la sala Apolo de Barcelona, y el 29 de noviembre, en la sala Joy Eslava de Madrid. Con motivo de esta minigira, tuvimos la ocasión de charlar hace unos días con Igor Haefeli, guitarrista de la banda londinense, sobre el carácter oscuro de sus canciones, de hasta qué punto les molesta que les comparen con The xx y también sobre su estupenda versión de ‘Get Lucky’ de Daft Punk.

Escuchando hoy vuestros primeros EPs, puede percibirse la base de vuestro sonido en ellos, si bien ha ido evolucionando hacia algo más grande y oscuro. ¿Cómo ha sido esa transición musical para vosotros?
Creo que ha sido algo muy progresivo aunque el primer EP no era exactamente lo que hubiéramos soñado, lo grabamos en mi habitación con un par de guitarras y un set de percusión mínimo, así que simplemente interpretamos el esqueleto de la canción sin producción alguna. El segundo EP ya lo pudimos grabar en un verdadero estudio, con la producción de Ian Grimble, y pasamos mucho tiempo intentando hacer funcionar el aspecto sonoro. Y ya en el álbum queríamos hacer un verdadero progreso, desarrollar todo lo que teníamos en mente y en lo que habíamos trabajado, cuidando la parte electrónica y probando diferentes técnicas de grabación.

De hecho, pienso que el mayor acierto de ‘If You Leave’ es que deja muy clara la impronta de sonido de la banda…
Oh, gracias…

¿Era eso más importante para vosotros que las canciones, incluso?
No, no, las canciones siempre han sido lo más importante. Estábamos muy interesados en conseguir una canción fuerte y un sonido fuerte, pienso que a menudo las bandas se esfuerzan solo en una de esas dos cosas y nosotros trabajamos muchísimo para conseguir ambas. Para eso, no nos guiábamos únicamente por la fuerza de la línea vocal o las letras, que es algo muy común, sino que hemos intentado usar también los silencios, esos espacios entre la línea melódica, para crear un mundo sonoro muy propio. No puedo decir que nos hayamos esforzado en una de las dos cosas más que en la otra, aunque es evidente que siempre debe haber una canción potente, es la fundación de todo. Quizá el mejor ejemplo de lo que decía es ‘Winter’, la primera canción del disco, que arranca con un loop de estática sobre el que se va incorporando la canción…

Precisamente, tú eres el que mejor puede responder a esto… Es una decisión valiente que hayáis decidido que tú fueras el productor del disco, tratándose de un debut. ¿Costó mucho que 4AD aceptara esta decisión?
No, para nada, precisamente 4AD es un sello muy abierto a este tipo de decisiones. Se me ocurren los casos de Bon Iver, The National, Indians… Todos ellos han autoproducido sus discos en este sello. La mejora en las tecnologías propicia que haya más y mejores equipos al alcance y han democratizado el aspecto técnico. Y yo creo que el sello tenía claro que nadie como nosotros podía entender a dónde queríamos llegar, y que nada podría hacerlo sonar tan personal como que saliera directamente de nuestro sudor. (Risas)

Escuché al disco cuando se publicó en la pasada primavera y, sinceramente, se hacía difícil de escuchar con el sol y el calor de esa época en nuestro país. Sin embargo, ahora que ha llegado el frío, es más cómodo. ¿Habéis puesto conscientemente ese punto invernal en él?
Es cierto que es un disco oscuro y triste, y bueno, empezamos a crearlo en enero de 2012, en pleno invierno, así que es lógico que algunas canciones transmitan un poco el ambiente de esos días. Pero bueno, en los festivales de verano la recepción del público ha sido fantástica, así que parecen funcionar bien al sol. (Risas)

Pero el disco está lleno de imágenes de mares profundos, hielo, soledad, oscuridad… y pienso que eso conecta muy íntimamente con la música. Tanto que a veces resulta casi angustioso…
Sí, es un disco muy intenso, con un sentimiento muy unilateral, que oscila del negro al gris, sí… Es, en cierto modo, muy catártico.

Tenía algunas preguntas sobre las letras, pero eso es cosa de Elena [NdE: Tonra, cantante, guitarrista y principal compositora del grupo], claro…
Sí, y si te soy sincero, no es muy amiga de hablar sobre ellas, la verdad…

Ok, entonces, te pregunto: son unas letras muy potentes, ¿cómo te sientes como músico cuando ella llega al local de ensayo o al estudio con esas líneas? ¿En qué sentido te inspiran como músico?
Bueno, es la misma sensación que cuando descubres la música que te llega, sientes que te identificas con esas letras y que está poniendo en palabras sentimientos que tú reconoces pero serías incapaz de explicar. Y te resulta tan cercano que realmente quieres involucrarte, crear un mundo sobre lo que ella está contando, que también es tu propio sentimiento.

He visto vídeos de vuestros directos y son muy potentes, la verdad, y puedo entender que a menudo agotéis las entradas en vuestros shows, sobre todo en UK y también aquí. Pero es chocante que haya tanta gente dispuesta a enfrentarse a sentimientos tan duros como los que mostráis en vuestras canciones, y puedo imaginar gente llorando en vuestros conciertos, sinceramente. ¿Por qué crees tú que eso atrae al público?
Ni idea, la verdad, pero en directo buscamos hacer las canciones más envolventes y crear un momento bonito. Trabajamos realmente duro en los directos y es maravilloso que venga tanta gente. Pero pienso que el público realmente se siente identificado con nuestra música, podemos ver chicos y chicas cantar las letras, a gritos o en voz baja. Hay mucha gente sintiéndose de forma similar dentro del mismo espacio y compartiendo ese momento. Y realmente intentamos que ocurra así, crear un momento comunal.

La canción ‘Youth’ es la única que habéis rescatado de los dos EPs. De hecho, ha sido el último single del disco. ¿Por qué esa canción?
Bueno, pese a que el resto de canciones eran nuevas, esta encajaba especialmente en la estética del disco, simplemente eso.

Es una canción muy amarga y en la que yo veo una especie de anti-himno generacional, ¿creéis que la actual coyuntura y desencanto es lo que hace que la gente conecte especialmente con este tema?
La verdad es que sí, es una canción muy amarga. Sí, está claro que la gente se identifica con ella, es de nuestros temas más populares. Estoy seguro de que Elena no la escribió como un himno, sino como algo muy personal, pero está claro que el público encuentra algo en su letra, quizá algo que encaja con esa impotencia y el temor que siente la gente ante un sistema que está obviamente en colapso por la crisis financiera.

Ese single viene acompañado en su cara B de ‘Smoke‘, que según he leído es una de las últimas canciones que habéis escrito, y tiene un tono muy próximo al disco. ¿Pensáis que tenéis aún más que explorar en este punto que habéis alcanzado o estáis ya pensando en algo distinto para el futuro?
Bueno, en realidad esa canción se grabó en las mismas sesiones que el resto del disco, pero entiendo tu pregunta. Pues creo que sí, no puedo asegurarlo, pero siempre estamos muy abiertos a ver qué vendrá después, grabamos ideas… No es que esté haciendo nada concreto pero creo que hemos creado una buena base de partida y que, cuando estemos listos, tenemos de dónde empezar a pensar en un segundo álbum. Pero es muy pronto para decirlo, llevamos dos años sin parar y tendremos que detenernos a ver dónde vamos pero, definitivamente, no es algo que vaya a pasar pronto.

Frecuentemente se alude a The xx para definir vuestra propuesta, básicamente por el sonido de las guitarras (que tampoco es que ellos lo hayan inventado, precisamente), aunque yo, por ejemplo, percibo una mayor conexión con Bon Iver, por ejemplo. ¿Podrías decirme si crees que hay alguna banda en la actualidad que esté realmente cerca de vuestro concepto musical?
(Silencio) ¡Buena pregunta! No sé, escucho muchos tipos diferentes de música, mucha música electrónica. Pero si hay una banda de la que me gusta todo lo que han hecho y de la que sí veo un reflejo en mi forma de tocar la guitarra es Sigur Rós. La cantidad de emoción que son capaces de transmitir en una canción que en realidad nadie sabe lo que dice me parece maravilloso. Pienso que un álbum como ‘( )’ es fantástico porque prueba que la música puede ser un elemento universal que una a gente muy diferente y que cada uno puede interpretar a su manera, o detalles como que el libreto eran páginas en blanco, para que cada uno pudiera escribir sus propias letras o no poner un título al álbum. Es algo muy altruista y unificador, y para mí muy inspirador. Pero también me gustan The xx, creo que son una gran banda, que hacen canciones más pop pero que evidentemente sí conectan con nosotros. Y sí, reconozco que aspiro a alcanzar la pureza del sonido de algunas de sus canciones.

La versión que hicisteis para un programa de radio de ‘Get Lucky’ de Daft Punk era muy sorprendente porque sonaba realmente muy Daughter. ¿Os habéis planteado vampirizar algún otro hit pop?
No, en realidad no, pero aquello fue muy divertido. Fue para un programa de BBC Radio 1 llamado Live Lounge, que propone escoger una canción de la selección de BBC Radio de las últimas semanas y adaptarla. Fue difícil elegir, pensamos en Justin Timberlake o Rihanna, pero cuando escuchamos ‘Get Lucky’, pocos días antes de aquello, pensamos que podía funcionar. Así que improvisé un poco los acordes al piano y, luego esa guitarra que quedaba muy oscura, muy nuestra.

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: daughter