No hace dos años de la publicación de ‘Cyrk’ y entre medias le ha dado tiempo de parir un EP (‘Cyrk II’) y colaborar con sus paisanos Manic Street Preachers. Cate Le Bon no para, y en ‘Mug Museum’ sigue adoptando un sonido sesentero con cierto regusto lo fi, esta vez más urbanita y menos folk. A pesar de la querencia por la década prodigiosa, también saluda las aportaciones de otros habitantes posteriores de la capital del mundo como Television, en los particulares juegos de guitarra presentes en ‘Duke’, así como de otros descendientes del rock “artie” como Stereolab en la línea de bajo repetitiva de ‘No God’.
El viaje hacia el rock no quiere decir que la música de Le Bon haya dejado de ser intimista. Quizá la mejor prueba es el título del disco: el “museo” que forman las tazas sobre un estante. ¿Puede haber imagen más intimista? El tema homónimo, que cierra el álbum, certifica la visión, con poco más que piano y voz. Las distorsiones de las guitarras en ‘Mug Museum’ están para ser escuchadas en locales pequeños (¿el CBGB?) más que en estadios o ante grandes audiencias. A pesar de la tónica general del disco, Le Bon se permite un ramalazo eléctrico y salvaje en ‘Wild’, puede que por ello sea la canción que más desentone en un álbum homogéneo, donde la melodía y los detalles importan más que el sudor.
En resumen, el tercer disco de Cate Le Bon no viene a revolucionar nada, es hasta menos ambicioso que su predecesor, pero contiene grandes momentos (‘I Can’t Help You’, ‘I Think I Knew’) y certifica una carrera interesante que no debe ser vista como un mero revival sino como la tímida adopción de una estética que le sirve como ropaje para sus canciones. Ah, y mención especial merece la también sesentera portada que, sin ser nada especial, le encanta al que esto escribe.
Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘I can’t help you’, ‘I Think I Knew’, ‘Cuckoo Through the Walls’
Te gustará si te gusta: The Velvet Underground, Television, Stereolab, Unknown Mortal Orchestra
Escúchalo: Deezer