Reactivados desde 2006 bajo el nombre de Fasenuova, Avelino y Lobo han encontrado un nuevo público, presumiblemente más joven, preparado y abierto que los anteriores, y nuevos sellos, como Hivern Discs y Discos Humeantes, interesados en sus obras y en ver hasta dónde son capaces de llegar y de llevarnos. Así, tras publicar en 2007 ‘Ortigas púbicas‘ (un split con la banda de Philadelphia Angel Dust) y en 2011 ‘A la quinta hoguera‘, Discos Humeantes editó hace pocos meses ‘Salsa de cuervo’, un nuevo álbum de la pareja que consolida su carácter y que, a la vez, acierta a mostrar su cara más amable. Que por imposible que pareciera en anteriores obras, la tienen.
En este nuevo trabajo, producido de nuevo junto a G. Khan, Fasenuova muestran que su diabólica combinación de sintetizadores de sonido analógico y cajas de ritmos minimalistas, aunque hayan perdido su extremismo inicial, posee más valor y vigencia que nunca. Sus estructuras y bajos retorcidos, con Ernesto ejerciendo como maestro de ceremonias con sus líneas onomatopéyicas, tan inconexas como poderosas, hipnotizan irremediablemente hacia el sudor y la pérdida de conciencia de una pista de baile infernal en la que ‘Soldados de futuro’, ‘Cristales de cobalto’ o ‘Bingo’ se erigen en himnos que establecen un puente espacio-temporal entre el hoy y los días de la Ruta del Bakalao. Pese a su evidente espíritu provocador, y por más que un arranque seco y cortante como ‘La selva’, el desquicie de ‘Quemando suelo’ o el ruidismo de ‘Soldados de futuro’ puedan aún asustar a algún advenedizo, ‘Salsa de cuervo’ es enormemente disfrutable, máxime cuando además Avelino y Lobo muestran que también pueden hacer melodías de gancho irrefutable como ‘Deslices’ e incluso canciones tan objetivamente bonitas como ‘Agua helada
‘, que poco tienen que envidiar a las de muchos factótums de la nueva IDM por los que muchos suspiran.Fasenuova inciden además en conservar cierto localismo, recurriendo a frases que parecen captadas al azar de cualquier conversación en algún chigre próximo, mezcladas en una especie de coctelera léxica difícil de descifrar. Aunque no entendamos con exactitud lo que canta Avelino en un 50% de este disco, cuesta poco cerrar los ojos y situarnos conduciendo a buena velocidad por las escarpadas carreteras de la geografía asturiana, en la noche, con los faros delanteros como única iluminación para esos montes verdes cuyo inconfundible olor se cuela por los sistemas de ventilación del vehículo. Aunque estilísticamente no tienen demasiado que ver con Za! (quizá más de lo que parezca a primera escucha, ojo), como ellos, Fasenuova son una feliz anomalía en nuestro panorama, una rareza que debemos celebrar y querer, incluso aunque no consigamos comprender o asimilar del todo las múltiples aristas de sus obras. Su carácter indomable y único lo merece.
Fasenuova encabezan las múltiples bandas que los próximos días 10 y 11 de diciembre participan en los fastos que conmemoran el 5º aniversario del sello Discos Humeantes, en la sala Siroco de Madrid. Más info aquí.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Agua helada’, ‘Deslices’, ‘Bingo’, ‘Cristales de cobalto’
Te gustará si te gustan: Suicide, Esplendor Geométrico, Throbbing Gristle, Chimo Bayo
Escúchalo: Bandcamp