Después, todo el mundo conocería a Dover y vendrían las corrientes de opinión. «Son horribles en directo» (no era para tanto). «Qué letras tan malas tienen» (como si las coetáneas de Oasis hubieran sido tan imaginativas). «Otros merecían más el éxito» (como castigo aguardaba el huracán Chayanne). Largo etcétera. ‘Devil Came To Me’ sería ignorado en muchas listas de lo mejor del año por su carácter irregular y macarra, por momentos ñoño (todavía hoy lo son esos agradecimientos del disco en directo de esta reedición 15 aniversario, que también trae DVD), pero el éxito de la gira revisionista que se cierra esta noche en La Riviera de Madrid con todo agotado con semanas de antelación, nos recuerda que mucho hablamos de los puntos débiles de Dover y muy poco de los fuertes.
El mejor de todos era su capacidad para crear ganchos, algo muy evidente atendiendo a las tres primeras canciones, las responsables de que las cifras terminaran por encima del medio millón de ejemplares despachados, equiparando logros de gente como Ella Baila Sola, algo que no sólo no había tenido precedentes en el indie español sino que nunca se volverá a repetir. Incluso Fangoria, fichados por el mismo sello, Subterfuge, algo después, lograrían en el mejor de los casos moverse en torno a las 40.000: más de diez veces menos. ‘Devil Came to Me’ arrancaba fuerte haciendo alusión a título de disco y canción, pero era todavía más pegadiza en su mítico puente «I lied for you»… que ni siquiera constituía el verdadero estribillo. ‘Loli Jackson’ comenzaba directamente con una estrofa de melodía más inolvidable incluso que la de su estribillo… pero esta vez el subidón total venía después de un solo de bajo al final, con una coda de significado misterioso. ‘Serenade’, su gran hit de despegue en la época, aunque a la postre no su canción más escuchada en las plataformas digitales, iba de menos a más para terminar (dos veces) bien arriba.
Después de tres singles así, sólo cabía el camino de la decepción. Nos ha jodido… El debut, ‘Sister’, digan lo que digan, no molaba ni la mitad, y el resto de este segundo disco no estaba a la altura, con melodías ligeramente menos carismáticas. Sin embargo, esas letras en las que constantemente se sacrificaba el significado por la sonoridad de frases como «you lied, Jesus Christ was only a man!!!» (‘Judas’) terminaban teniendo su aquel aunque por calidad hubieran nacido exactamente para lo contrario. Cristina defiende hoy en las entrevistas -en las que añadiría que no sabe reivindicar la época como un experto en comunicación lo haría-, ‘Winter’ y ‘Spectrum’ como favoritas. ‘Sick Girl’ cuela totalmente como baladita de cierre, resultando tan inolvidable como ese ‘Dear McCartney’ que mucho después meterían en su disco electropop, ‘Follow The City Lights’. Con un poco de pasión adolescente, era fácil llegar al final de aquello. Porque puede que no hubiera tanto fondo, pero pasión… pues un rato.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: ¡las tres primeras!
Te gustará si te gustan: las buenas melodías por encima de letras, estilos y otras pijadas
Escúchalo: en Deezer