«Necesitamos dejar de creernos el mito sobre la igualdad de género. No es una realidad aún. Hoy, las mujeres somos la mitad de la fuerza laboral de EE UU, pero el salario medio de la mujer es solo el 77% del de un hombre. Hasta que hombres y mujeres juntos no digan que esto es inaceptable, las cosas no van a cambiar. Los hombres tienen que exigir que sus esposas, hijas, madres y hermanas ganen de acuerdo a su preparación y no a su género. La igualdad será alcanzada cuando hombres y mujeres reciban el mismo pago y respeto.
La humanidad necesita tanto de hombres como mujeres, somos igual de importantes y necesitamos los unos de los otros. ¿Por qué somos vistas como menos iguales? Estas viejas actitudes están clavadas en nosotros desde el principio. Tenemos que enseñar a nuestros hijos las reglas de la igualdad y el respeto, para que mientras crecen, la equidad de género sea una manera natural de vivir. Y tenemos que enseñarle a nuestras hijas que pueden llegar tan alto como sea humanamente posible.
Tenemos mucho trabajo que hacer, pero podemos llegar al objetivo si trabajamos juntos. Las mujeres somos más del 50% de la población y más del 50% de votantes. Debemos demandar que recibamos el 100% de las oportunidades».