120 minutos de éxtasis con Depeche Mode

Cualquiera que haya visto el documental ‘101’ o (especialmente) los conciertos filmados para la película ‘Devotional’, ha tenido que sentir curiosidad por los directos de Depeche Mode. Todo fan de los de Basildon lo sabe de sobra, pero en caso de que aún haya alguien que lo dude, ver a la banda en directo es toda una experiencia que ha de ser vivida al menos una vez en la vida. Recuerdo afirmar esto último al hablar de los conciertos de Kiss, pero hace años que dejaron de ser una banda para convertirse en un producto, un producto que hace décadas que no saca un disco decente. En cambio, Depeche siguen editando cosas que merecen la pena y sus giras son mucho más que una excusa para sacar a pasear sus grandes éxitos. Siempre con una cuidada puesta en escena y un estado de forma envidiable, Martin L. Gore, Dave Gahan y Andy Fletcher (junto al resto de músicos en directo) rara vez decepcionan. Siempre quedará el deseo de volver a ver a Alan Wilder formando parte de la banda, como en la citada ‘Devotional’, pero no se puede tener todo en esta vida.

Su notable ‘Delta Machine‘ es la perfecta excusa para salir de gira, su Delta Machine Tour les trajo el viernes y el sábado al Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid y tuvimos la suerte de asistir a la segunda jornada. Feathers, proyecto proveniente de Austin, Texas, del cual la cantante Anastasia Dimou es miembro principal, causaron bastante buena impresión con las canciones de su debut ‘If All Now Here’, como ‘Land of the Innocent’, cargadas de electrónica pop que los acerca a bandas como Ladytron. Deberían dar que hablar en Europa, aunque igual les haga falta un segundo álbum que confirme la promesa.

El escenario de esta gira, diseñado por su eterno colaborador Anton Corbijn, es de los más minimalistas que habían tenido hasta ahora, pero no por ello menos impresionante: una pantalla gigante (con un contorno irregular inspirado en la unión de triángulos de diverso tamaño) presidía el fondo del escenario y un juego de luces sobrevolaba. Poco más hacía falta para dejarnos boquiabiertos, gracias a las excelentes proyecciones en conjunción con las imágenes en directo de la banda. Aunque en realidad lo que nos iba a dejar sin palabras (y casi afónicos al término del evento) fue el excelente repertorio y lo bien que lo interpretaron Dave, Martin y Andy junto a los habituales Peter Gordeno (diversos sintes y también bajo) y Christian Eigner (batería). Dos horas de show en las que el aforo completo del recinto estuvo dándolo todo.

Una buena muestra del aún excelente estado creativo de Depeche Mode es que de sus temas recientes no solo sonaron algunos de los presentes en ‘Delta Machine’, como el inicial ‘Welcome To My World’, ‘Heaven’ o ‘Should Be Higher’, sino también otros como ‘Precious’ o ‘A Pain That I’m Used To’, procedentes de ‘Playing The Angel‘ (2005), con muy buena respuesta por parte del público. En cuanto a los hits, hay tantos que sonasen los que sonasen eran un acierto. Emocionaron con los grandísimos ‘In Your Room’ y ‘Walking In My Shoes’ (ambos provenientes de ‘Songs of Faith and Devotion (1993), del cual también sonaría el imprescindible ‘I Feel You’), hicieron bailar y corear con ‘Behind The Wheel’, ‘Stripped’ o ‘A Question Of Time’ y por supuesto no se dejaron ‘Personal Jesus’, ‘Enjoy The Silence’ ni ‘Just Can’t Get Enough’.

Ya se ha hablado bastante del pacto con el diablo que tiene Gahan para continuar tan enérgico y en tan buena forma tanto física como vocal. Con sus bailes y su energía tuvo (como siempre sucede) al público entregadísimo. Martin también gozó de sus minutos de protagonismo (sus baladas a mitad de concierto son casi una ceremonia obligatoria en cada gira de Depeche Mode) con preciosos temas como ‘The Child Inside’ o ‘Home’, con la que dio comienzo el único bis, al que dieron carpetazo con ‘Never Let Me Down Again’, todo coros y brazos en el aire, finalizando asimismo el concierto. Dos horas que pasaron como si hubieran sido dos minutos. Ciento veinte minutos de éxtasis en los que apenas hubo fallos, dejándonos con el convencimiento de que no hay banda en su terreno que, tras más de treinta años de actividad, siga tan vigente y viva como Depeche Mode. ¿Veremos este año un concierto tan espectacular y redondo como el vivido el pasado sábado? Decía una amiga al terminar el show que solamente una gira de David Bowie lo superaría. El listón de conciertos de 2014 queda muy, muy alto. 10.

Foto: Live Nation.

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Publicado por
Miguel Sánchez
Tags: depeche mode