Painted Palms / Forever

Animal Collective, Grizzly Bear, The Shins o The Magnetic Fields, nombres que asaltan al oyente de forma instantánea al exponerse al debut largo de Painted Palms, un proyecto musical radicado en San Francisco formado por Reese Donohue y Christopher Prudhomme, primos a la sazón. También es significativo que Painted Palms lograran captar la atención de Kevin Barnes (Of Montreal), que inmediatamente les eligió para abrir los conciertos de su banda, dando ya idea de que la psicodelia también tiene un considerable peso en la música del dúo.

Toda esa disparidad de referencias se concreta en un agudo sentido del pop, unificado por la evidente admiración de todos los implicados por Beach Boys y Beatles, que a la vez logra sonar vigente y evocador, trasladándonos espiritualmente a un lugar soleado, cálido y fresco, a un bello verano. Los apenas 40 minutos de duración de ‘Forever’ están repletos de una vibración capaz de modificar el estado de ánimo, y siempre a mejor. Los ecos del Panda Bear más bubblegum (‘Too High’, ‘Not Really There’), el Stephin Merritt de ‘The Charm Of The Highway Strip’ (‘Here It Comes’, ‘Empty Gun’), los Grizzly Bear más felices (‘Carousel’, ‘Sleepwalking’), unos Broken Bells versionando a Lennon y McCartney (‘Forever‘, ‘Spinning Signs’) o incluso los también neopsicodélicos Jagwar Ma (‘Hypnotic’) forman una amalgama tan reconocible como deliciosa que inunda la mente del oyente, al menos durante el tiempo en el que nos sumergimos en ella.

Aunque la retahíla de nombres sea un recurso más que visto para describir el sonido de un grupo, pocas veces estará más justificado que en el caso de Painted Palms. Lo suyo casi parece una larga ronda de preguntas de color naranja del Trivial Pursuit en las que debemos adivinar a qué canciones están haciendo un guiño. Pero ‘Forever’ es algo más que un simple baile de referencias porque Painted Palms atinan en depurar esos ingredientes en una dulce y consistente mezcla. Aunque cabe señalar que uno de los momentos más brillantes del álbum coincide en ser el más personal del conjunto: ‘Soft Hammer’ es una balada que parte de un arrullo al más puro estilo Brian Wilson, en torno al que va creciendo una masa sonora de cadencia hipnótica que, aludiendo a su título, golpea sorda y pesadamente en el corazón hasta llegar a una maravillosa coda, que regresa a su inicio desnudo, con las olas rompiendo de fondo.

Lógicamente, este debut largo está un poco lastrado por la ausencia de una marca inequívocamente propia, agravada por la asombrosa similitud vocal de Prudhomme con Jeff Mercer (tanto que en algún corte cuesta no creer que estemos escuchando un inédito de The Shins). Pero en realidad su mayor achaque es la ausencia de un estribillo memorable, capaz de sobresalir de entre de las ricas melodías que pueblan estas canciones, propiciando que el buen tono conseguido se diluya rápidamente tras sus escuchas. Con todo, ‘Forever’ es un disco que aun lejos de ser memorable sí supondrá un delicioso y agradable entretenimiento para cualquiera que admire a algunos de los nombres señalados al principio de este texto.

Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘Spinning Signs’,’Soft Hammer’, ‘Not Really There’, ‘Too High’
Te gustará si te gustan: Broken Bells, Jagwar Ma, Panda Bear
Escúchalo: Deezer

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Publicado por
Raúl Guillén