Andy Bell comentaba en la entrevista que mantuve con tres quintas partes de Beady Eye (ni Liam Gallagher ni el bajista Jay Mehler estuvieron presentes) que en la gira de ‘BE‘, su nuevo álbum, se podían permitir tocar canciones de Oasis, ya que habían logrado establecerse como banda y no como una mera secuela de los míticos mancunianos. Por esa razón eligieron no tocar esas canciones en la primera gira, pero, tras lo vivido en la noche del miércoles en La Riviera, no me acaba de quedar muy claro si el también ex Ride se creía sus palabras. Antes de comprobar si es cierto que el quinteto es una entidad propia o no, Mucho salieron a escena para el agrado de la mayoría de los asistentes. Martí Perarnau es uno de los frontmans más divertidos de la escena nacional y con pocas palabras logró encandilar, con lo cual solo quedaba la música para convencer a los posibles recién llegados a su banda. Sonaron temas de ‘El Apocalipsis Según Mucho‘, su segundo y último trabajo hasta la fecha, como ‘Más Feliz Sin Televisión’ o ‘El Lustroso Alarido’, y también alguna nueva de su reciente EP ‘Grupo Revelación’. Con un directo en el que andan sobrados de técnica, encantaron a los presentes y los dejaron bien calentitos para el plato principal.
Comentaba al principio de la crónica que pongo en duda el supuesto hecho de que, con su segundo trabajo, Beady Eye se hayan quitado el sambenito de “Oasis sin Noel” o de “aperitivo hasta que se reúnan Oasis”. Pensé que lo habían logrado bien temprano, hace tres años, cuando tocaron en la misma sala. Evitando tocar temas de su anterior banda, fueron igualmente bienvenidos, con los fans sabiéndose las canciones y coreándolas. Lo lógico era que en su segunda visita a La Riviera, la tendencia a apreciar a Beady Eye por encima de Oasis fuese mayor y hasta cierto punto se pudo afirmar, dado que los temas de ‘BE’ fueron muy bien recibidos también. Con un directo siempre potente y efectivo, además del magnetismo del menor de los Gallagher, destacaron las interpretaciones de ‘Flick Of The Finger’, ‘I’m Just Saying’ o ‘Shine A Light’ entre las nuevas y las de ‘The Roller’, ‘Bring The Light’ o ‘Four Letter Word’ de entre las de su debut. A Liam se le veía a gusto, así que (y así lo expresó) decidió hacer un regalo al público madrileño interpretando nada menos que ‘Wonderwall’ y ‘Cigarettes & Alcohol’. Pues bien, nada de lo vivido con los temas propios es lo que sucedió cuando sonaron las composiciones de Oasis. La gente se volvió loca, eufórica a más no poder y pese a que también hubo ciertas muestras de euforia en otros momentos del show, la diferencia fue notable.
En el fondo es una pena, pero es difícil no pensar que la mayoría de la gente que sigue a Beady Eye lo hace porque Liam Gallagher está al frente de la formación y que cuando sonaron los dos temas de Noel, los allí presentes solo tenían un deseo en mente: que los Gallagher se reconcilien y que vuelvan Oasis. Insisto, es una lástima, porque en los dos álbumes de esta banda hay canciones que realmente merecen la pena y confío en que muchos sintieran la magia de cortes elegantes y psicodélicos como ‘Soon Come Tomorrow’ o ‘Start Anew’ cuando las tocaron (la versión de ‘Gimme Shelter’ de los Stones pasó sin pena ni gloria pese a tener su aquel). Por imperfectos que sean, estos dos trabajos muestran el talento compositivo tanto de Liam como (sobre todo) de Gem Archer y Andy Bell, pero cuesta creer que este último de veras piense que la alargada sombra de Oasis ya no les cubre. Con lo cabezudos que son tanto Noel como Liam, es muy posible que nunca vuelvan a trabajar juntos, así que quién sabe si en un futuro se logrará disociar (un poquito) una entidad de la otra. Por ahora, misión imposible, Andy.