Ya sabemos lo que les gusta a los británicos poner la música demasiado alto, y los problemas que ello conlleva. El último afectado ha sido un chaval de 18 años al que se le ha confiscado su colección de 200 cds por poner a Adele a un volumen “prominente, intrusivo y demasiado alto”. El chaval ya había recibido un aviso en noviembre del año pasado por las quejas de sus vecinos. “El volumen era tan alto que vibraban las barandillas de las escaleras y los vecinos han podido identificar que se trataba de música de Adele”, ha declarado la abogada de la acusación. Lo más doloroso para el chaval, aparte de las multas de rigor que ha debido pagar, es la retirada de la colección de música que dejará a sus vecinos descansar, hasta que la cantante publique nuevo trabajo, suponemos.