Toda esta dramatización tiene trampa, ya que Neneh Cherry ha seguido relativamente en activo. Con CirKus publicaba sendos discos en 2006 y 2009, ‘Laylow’ y ‘Medicine’; y con The Thing, ‘The Cherry Thing‘ en 2012. Álbum este último con una vocación jazzie que logra que este nuevo ‘Blank Project’ grabado junto a Four Tet en cinco días en una iglesia reconvertida en estudio, con sólo dos o tres tomas de las canciones -incluso sólo hay una de ‘422’ y ‘Everything’- no sea del todo inesperado. ¿Por qué si este largo ha sido grabado junto al prestigioso Kieran Hebden y Cherry no para de elogiar el trabajo de los músicos, Tom y Ben de RocketNumberNine, sí se considera un disco en solitario a diferencia de los anteriores? Por su vocación mucho más personal en letras y concepto, no hay más que atender al texto de la canción titular, donde resuenan frases como «déjame en paz, pero no me dejes sola» o «mi ego no me lo permitirá, perdono, me siento tan pequeña, te odio, te quiero, amo todo».
La improvisación y el método de grabación son clave en un disco que no puede sonar más vívido y orgánico en sus baterías, creando con poco grandes torrentes de energía. Menos es más es un tópico, pero en ‘Blank Project’ a menudo la instrumentación es tan parca y exquisita que cada ritmo se disfruta, urgente, como si efectivamente estuvieras viviendo el momento único de un concierto. A esa urgencia ha contribuido un Four Tet que iba mezclando cada pista a medida que se grababa (!). Y definitivamente podemos encontrar algún resquicio de principios de los años 90 en temas como ‘Naked’, ‘Spit Three Times’ o algún fraseo de la inicial y sobria como ella sola ‘Across the Water’, en verdad la última que se grabó para el disco cuando este ya se daba por terminado. Pero ‘Blank Project’ suena absolutamente como un trabajo de 2014, como algo casi completamente nuevo, con «beats» por los que Timbaland, o ahora también Beyoncé, mataría. De hecho, no es difícil imaginar a esta última versionar alguna de las canciones de este álbum porque a pesar de su desnudez, a menudo no pueden contener más «soul»…
En ese sentido juega un papel fundamental la hermosa voz de Neneh Cherry, evidentemente con un punto negro pero con algún resquicio de su pasado punk, como sucede en el sucísimo corte titular. El disco contiene, como decía, un inequívoco carácter improvisado que da incluso lugar a momentos imperfectos, a ritmos que suenan ligeramente fuera de tiempo. Sin embargo, muy rara vez se abandona su vocación popera. Tras la indispensable ‘Across the Water’, ‘Blank Project’ suena a pepinazo y ‘Naked’ no puede pegarse más gracias a su entregado estribillo. Hay un momento del tracklist que se resiente de cierta languidez y cierta repetición de ideas (‘Cynical’ no es su mejor canción), pero la secuencia no puede haber sido diseñada con más garbo y enseguida acuden al rescate el pizpireto en sus estrofas e intenso en sus estribillos tema junto a Robyn, a quien dice llevar observando desde los 15, el último single ‘Out of the Black‘; y el tema final, ‘Everything‘, siete minutos de locura contenida con una camisa de fuerza que cierra muy, muy arriba.
Con ambientes siniestros, lúgubres, pequeños toques de sintetizador luminosos, guitarras eléctricas o percusión tipo DFA, ‘Blank Project’ presenta a una Neneh Cherry que difícilmente podía haber vuelto en mejor forma, con más acierto. Como si Four Tet hubiera consolidado su carrera durante estos últimos 15 años sólo para esto.
Calificación: 8,2/10
Lo mejor: ‘Blank Project’, ‘Everything’, ‘Naked’
Te gustará si te gusta: Matthew Herbert, Four Tet, LCD Soundsystem, la última Beyoncé. El Sónar.
Escúchalo: NPR