Savages, una lección de solidez

Sin duda uno de los conciertos que se esperaba con mayor anticipación en este 2014 era el debut de Savages en Madrid, tras su paso por el Primavera Sound el año pasado. Con su debut ‘Silence Yourself‘, que toma con respeto referencias como Siouxsie & The Banshees y las lleva a un terreno totalmente vigente y fresco, ya tenían bastante ganado de antemano. El recinto elegido fue Shoko, que por dimensiones y sonido (mejor o peor según donde te colocases) parece un serio contendiente a ser la sala de tamaño medio-grande de referencia en la capital, frente a (por supuesto) La Riviera. Antes de que las londinenses saliesen a escena, actuaron los australianos A Dead Forest Index, un dúo formado por los hermanos Sherry. Con una propuesta que se podría emparentar con el cabeza de cartel, aunque más calmada y minimalista, no dejaron mal sabor de boca pese a algún desafine, gracias a hipnóticos temas como ‘Distance’.

Pero para hipnosis la que vivimos durante la hora de concierto que ofreció el cuarteto. Es cierto, como comentaba al principio de esta crónica, que con temas tan contundentes como los de ‘Silence Yourself’, poco tenían que hacer para ganarse al público. Quienes hayan visto a estas chicas anteriormente en vivo o en vídeo, podían hacerse una idea, pero para quien fuera la primera vez, el shock es importante: lo que se puede escuchar y disfrutar en el álbum queda clarísimamente superado en directo, con una actitud y un control de sus respectivos instrumentos más que envidiable. Es decir, no solo calcan el sonido del álbum (que ya es algo por lo que felicitarlas), sino que llevan sus temas a cotas mucho más altas, con mucha más pasión y garra. Hablábamos de la excelencia de la banda al bajo, guitarra y batería (y mucha elegancia al tocar, dicho sea de paso), pero nos dejamos el ingrediente principal, que sin duda es el magnetismo de Jehnny Beth, una frontwoman de armas tomar: dirigió pocas palabras al público y podría haber estado callada todo el concierto. Solo verla cantar y moverse era más que suficiente para quedarse ojiplático.

Dejaron caer casi todos los cortes de su citado álbum de debut y todos sonaron fenomenal, si acaso por destacar un par, fueron especialmente emocionantes ‘City’s Full’ y ‘She Will’ por la fuerza que imprimieron a las canciones. Como curiosidad, la versión que hicieron de ‘Dream Baby Dream’ de Suicide, acercándola a Jesus & Mary Chain con un resultado bastante logrado. No hubo bises, pero el largo preludio a la traca final fue un poco inquietante. Hay quien lo pudo considerar aburrido, pero esos minutos previos, con un sonido monótono de bajo y batería casi silenciados, como si de un tema de Throbbing Gristle se tratara, tuvieron algo de chicha ante el fin del set, con el tema ‘Fuckers’, explosivo y enérgico a más no poder. Se podían ver carteles a la entrada de la sala pidiendo a los asistentes apagar los móviles en pro de una mejor experiencia y en este caso era una petición que tenía todo el sentido del mundo, porque nada debía impedir ver algo tan singular. Esperemos que la carrera de Savages vaya a más, porque si es así, podemos vivir momentos muy grandes. 9.

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Publicado por
Miguel Sánchez
Tags: savages