Ahora es muy fácil de decir, pero la trayectoria de Ellie ha sido errante. ‘Halcyon’ entraba en listas británicas directo al top 2, pero dos meses después, en la Navidad de 2012, cual hype, estaba fuera del top 40. Tenían que pasar algunas semanas para que la artista se estabilizara y lograra volver a barrer, ocupando incluso el top 1 en varias ocasiones ya en 2013, o manteniéndose en el top 5 en 2014, después de… ¡72 semanas de permanencia!
Aunque en algunos países -como el nuestro-, Ellie lucha aún por ser una artista de álbumes más que una «one hit wonder», y ahí están los 88 millones de reproducciones de ‘Burn’ en Spotify, doblando a casi todo lo demás, el disco ha despachado 1 millón de copias y parece que la gente se interesa también por otros singles como ‘Anything Could Happen’, y se siguen escuchando algunos antiguos como ‘Lights’. Dada la variedad de las pistas, cabe preguntarse si Ellie está consiguiendo estabilizarse sacrificando parte de su identidad artística. En gran medida ‘Halcyon’ era un álbum intimista, oscuro, de percusiones fuertes y tribales, sí, de guiños UK garage y dubstep, también, pero nunca tan despendolado como los temas que le han dado el éxito. No hay más que recordar que ‘Burn’ fue pensada en principio para alguien tan en otro mundo como Leona Lewis, que incluso se la presentó a la prensa, pero al final decidió dejar fuera de ‘Glassheart’ (2012).
Escuchar la edición especial ‘Halcyon Days’ deja cierta sensación de batiburrillo. Temas medio modernos como ‘Goodness Gracious’ también junto a Greg Kurstin o tan esclavos de la moda como ‘Under Control’ o ‘Stay Awake’ con Madeon contrastan con baladas como ‘How Long Will I Love You’. Es cierto que la medio electrónica ‘Hearts Without Chains’, escrita junto a Fraser T Smith, co-autor de ‘Set Fire To The Rain’ de Adele, puede servir de nexo de unión y que la ruptura con el disco original no es radical, pero de alguna manera es inevitable pensar que para un seguidor de sus composiciones más intimistas, verla arrasar con ‘Burn’ es como ver que el mayor hit de Lana del Rey es un remix de Cédric, algo que no le agrada ni a la misma Lana.
De hecho, durante mucho tiempo la electrónica ha sido un punto incómodo para Ellie. Cuando Polydor la fichó en 2009, básicamente era una artista de baladas a la guitarra. Sin embargo, pronto sus mánagers la invitaron a que introdujera otros elementos. «Sentía como si mis canciones necesitaran algo. Fracasé en un principio porque quería simplemente cantar y tocar la guitarra. La tecnología en aquel momento no me interesaba. Y ahora es todo», declaraba en una entrevista reciente para The Guardian
, medio que notaba que la palabra «burn» aparecía unas 60 veces en esta composición, una de las pocas que no han salido de ella sino que ha co-escrito a posteriori añadiendo detalles sueltos, y muy alejada desde luego de esos temas que escribió sobre la muerte de su padre y su ex el DJ Greg James para ‘Halcyon’. Así se explicaba en un medio neozelandés. «Simplemente ‘Burn’ me encantó. Ryan Tedder me mandó una cantidad de material y luego me mandó esta canción. Normalmente no canto temas que no son míos, pero sabía que podría trabajar con esta canción. Sabía que era algo especial. Y no sé si fue el instinto o algo así, pero con esa canción simplemente conecté incluso aunque yo no la había escrito. La modifiqué y la canté y se transformó en mi canción. Fue dulce». De vuelta al medio británico, reconocía que ‘Burn’ era lo más popi que había editado pero aseguraba que se identificaba con ella y que le podía servir de plataforma para otras cosas. «Si tienes una canción que te catapulta, te puede llevar a otro nivel en el que puedes tocar las canciones que verdaderamente conectan con tu corazón, canciones realmente vulnerables, profundas, lo que sea. Si esa única canción te lleva a un lugar en el que puedes completarte como artista…» decía sin terminar, pero dejando claras sus intenciones: no es su tema favorito, pero no le incomoda y sabe que le puede servir para seguir editando música.Posiblemente gracias a ella, Ellie se siente por primera vez una mujer independiente, según sus propias declaraciones porque además por primera vez desde hace años no tiene pareja. Tras Greg salió con Skrillex durante seis meses, y aunque la relación es buena y ambos acaban de estrenar en plan anecdótico un tema conjunto llamado ‘Because’ que él ya ni recordaba pero al que dado la bienvenida con cariño, no parece que los pasos de la artista vayan a ir por el dubstep. «Creo el próximo disco va a ser diferente otra vez. No sé… Tengo muchas cosas en mente. De manera extraña, cosas como el nuevo disco de Drake están ejerciendo una gran influencia en mí, y no sé lo que significa ahora mismo, pero estoy escuchando cosas muy distintas. Una combinación entre house, garage, hip-hop, no sé… Creo que empiezo a entender por dónde irá el disco. Estoy llegando a algún lado».
En Rolling Stone, Goulding insistía en la idea de partir de cero, pero barajando repetir con Greg Kurstin y colaborar con Ben de Mumford & Sons, situando su voz como nexo de unión. «Cuando pongo mi voz encima, todo queda unificado». De hecho, el añadido de ritmos hip hop, las colaboraciones con Tinie Tempah, el ojo puesto en Drake… podrían ser una idea para un disco menos sentimental, puesto que la artista no quiere volver a hablar tanto de su vida personal en sus letras ni en sus redes sociales, donde anunciaba que, pasando de polémicas, se dedicaría más bien a poner fotos de gatitos.
De alguna manera, pues, parece que el camino que seguirá será el opuesto a Katy B, que se anunciaba para el próximo Festival de Benicàssim el mismo día que ella: donde Katy B se retira ligeramente del underground para triunfar con canciones más lentas y adultas, Ellie parece que se seguirá entregando a las pistas de baile porque el éxito es demasiado tentador. O quizá en el equilibrio entre ambos aspectos encuentre su camino.