The Hives y Klaxons, imponentes en el primer BCN Live!

La primera edición del festival BCN Live! organizado por Sony aterrizó este miércoles en el Teatre Principal de Barcelona, donde los asistentes al evento pudimos disfrutar de un intenso festival de rock que tuvo como principales protagonistas a The Sounds, Klaxons, Russian Red y The Hives, pero que también incluía en su cartel los DJ sets de Amable, Groove Armada, bRUNA y Javi Green.

Arrancaron la noche The Sounds con un set de fantástico new wave formado por 8 canciones, un set que se hizo corto pero también intenso. Aunque ya lo sabíamos, Maja Ivarsson se reveló de nuevo como una absoluta estrella encima del escenario, en todo momento luciendo como algo cercano a la heredera lógica de Blondie. ¿Qué sería de The Sounds de haber nacido en los setenta?

Los suecos dieron inicio a su show ‘No One Sleeps When I’m Awake’. Lo hicieron confirmando, desde el principio, que un espacio tan solemne como un teatro puede ser el idóneo para un concierto de rock como el suyo, con guitarras y sintes que igual podrían haber sonado más envolventes, pero muy poco. El quinteto aunó carisma y energía (“¡hemos venido a tocar para vosotros, hijos de puta!” espetó Maja) en un concierto donde fueron enormemente celebradas ‘Tony the Beat’ y ‘Livin’ In America’ pero que nos hizo creer también que temas menos conocidos del grupo como ‘Outlaw’ o ‘Shake Shake Shake’, ambos incluidos en su último álbum ‘Weekend’, eran igual de populares. ¿El mejor momento del concierto? Sin duda ‘Painted by Numbers’, cuyos “na na na” vociferados por el público ponían la piel de gallina. Solo una pega: que alguien le diga a Maja que por favor deje de escupir por todas partes.

No parece que haya mucho entusiasmo en torno a lo nuevo de Klaxons, pero el público de la banda londinense reunido anoche sí estaba entusiasmado con el espectacular concierto que ofreció el grupo, por momentos igual de bestia que un show de heavy metal (ese ‘Children of the Sun’ apoteósico) pero sobre todo lleno de grandes hits de la talla de ‘Atlantis to Interzone’ o ‘Golden Skans’.

Publicábamos ayer una entrevista a esta banda en la que nos contaba cómo se emocionaba la gente en sus conciertos al escuchar sus temas nuevos. Igual es porque el sonido de Klaxons resulta más impactante en vivo que en estudio, pero lo cierto es que el público recibió muy bien pistas nuevas como ‘There Is No Other Time’, de lo más bailado de todo el evento, o el cruce de música disco y pianos noventeros de ‘Invisible Forces’, potencialmente de lo mejor del nuevo álbum. También fue todo un acierto abrir set con ‘New Reality’, que estableció la tónica del concierto con sus ultra agresivos ritmos y afilados teclados. La otra nueva, si bien menos destacable (por ahora), fue ‘Rhythm of Life’.

Sonaron ‘Magick’, ‘Two Receivers’, ‘Twin Flames’ y ‘Gravity’s Time’ de lo viejo, entre otras. Si el grupo cerró set con ‘Echoes’ y ‘It’s Not Over Yet’, como viene siendo habitual, es algo que lamentablemente desconozco: para evitar atascos me fui de inmediato al adyacente Latino Club en dirección al concierto de Russian Red.

Diez minutos después de lo previsto, Russian Red y su banda aparecieron en el escenario para ofrecer un mini concierto en presentación de su nuevo álbum ‘Agent Cooper’. Precisamente el set no lo abrió Hernández sino Angelo Badalamenti con su mítica pieza para la banda sonora de ‘Twin Peaks’. Pero fue solo un momento hasta que empezaron a sonar los primeros acordes de ‘Neruda’, un atmosférico número introductorio que llevó a la poderosa ‘Casper’, en vivo todavía más hit si cabe.

Es curiosa la evolución del directo de Russian Red, de la sencillez de una guitarra acústica a la épica de la eléctrica ofrecida anoche y que encontró en cortes como ‘Anthony’ o la misma ‘Casper’ las mejores vías de expresión. Una verdadera lástima que ‘Michael P’ perdiera tantísimo de emotividad en vivo y, sobre todo, que el público en realidad solo despertara para el estribillo de la única pista del set que no era de Russian Red, ‘Bitch’, el hit de Meredith Brooks. No deja de ser cierto, sin embargo, que el disco de Hernández recién acaba de salir al mercado.

De vuelta a la sala principal, nos esperaba el que con toda seguridad fue el mejor concierto de la noche, el ofrecido por la banda sueca The Hives. Fue un magnífico, sobresaliente espectáculo de rock & roll del siglo XXI y un despliegue de carisma y energía por parte de un líder totalmente cautivador. Por supuesto el grupo abrió con ‘Come On!’, un chute de adrenalina que no dio tregua hasta el final del concierto a través de hits como ‘Main Offender’ o ‘Go Right Ahead’, que se introdujo con un “lo que va a ocurrir ahora es vuestra oportunidad de expresar lo que tenéis en vuestro interior”. ¿Cómo no obedecer?

El Teatre fue sorprendentemente el lugar perfecto para el muro de sonido de The Hives, una mastodóntica y ensordecedora bestia a través de la cual apenas se oía la voz de Howlin, que luchaba por hacerse oír en temazos como ‘Won’t Be Long’, ‘1000 Answers’ o la absolutamente emocionante y adrenalínica ‘Walk Idiot Walk’. Pero es en el buen sentido: las guitarras del grupo envolvían a la vez que obligaban al espectador a darlo todo en la pista. Cuando llegó ‘Tick Tick Boom’ casi se cae el teatro. Y en momentos como ‘Hate To Say I Told You So’, cuando el líder bajaba a dejarse adorar por el público, The Hives dejaban claro su maestría en el arte del espectáculo rock. Simplemente divertidísimo. Y los trajes tipo siglo de las luces que vestía la banda, por cierto, todo un acierto.

Fotos: Ester Domínguez Vizcaíno.

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Publicado por
Jordi Bardají