‘Muerte súbita’: duelo a raquetazos entre Quevedo y Caravaggio

¿Qué tendría que haber pasado para que Caravaggio, el primer “rockstar” de la historia del arte, y Quevedo, representante de la España imperial y contrarreformista, hubieran jugado un partido de tenis en la Plaza Navona en el año 1599? Esa es la sugestiva y sorprendente premisa argumental a través de la cual se articula ‘Muerte súbita’ (Anagrama), una muy original (y muy posmoderna) novela histórica con la que Álvaro Enrigue ha ganado el último Premio Herralde.

A partir de esta especulación (ya se jugaba al tenis en esa época y Caravaggio era un consumado tenista), y haciendo gala de una enorme riqueza estilística y libertad narrativa, el escritor mexicano presenta una novela histórica que hará torcer el gesto a los amantes del género más conservadores y aplaudir a rabiar a los que no soporten sus rígidos convencionalismos.

‘Muerte súbita’ es en su mayor parte una ficción histórica, pero también funciona como ensayo sobre la historia del tenis, como reflexión acerca de un periodo (el primer barroco) de la historia del arte y como un conjunto de relatos protagonizados por personajes célebres de la Historia como Hernán Cortés, el Papa Pío IV, el noble azteca Diego Huanitzin o las trenzas de la cabeza cortada de Ana Bolena. Una novela alimentada por todo tipo de ingredientes narrativos: definiciones de diccionario, extractos de tratados sobre el “juego de la raqueta”, cartas acerca de las pelotas de tenis (las mejores estaban rellenas de pelo humano), conversaciones escritas en forma de guión de cine, y hasta un e-mail recibido por el propio Enrigue con las correcciones de su editora.

Un ejercicio de libertad creativa que le sirve al escritor para acercarse de forma desprejuiciada y desde diferentes ángulos a una Europa, la de comienzos del siglo XVII, progresivamente oscurecida por las tinieblas de la Contrarreforma. El autor se enfrenta a los personajes y hechos históricos con una agudeza y un desenfado que recuerda a lo logrado por el filósofo Michel Onfray en su imprescindible Contrahistoria de la filosofía (Anagrama). ‘Muerte súbita’ es una novela muy singular: un apasionante tie break, con sorpresa incluida, entre dos de los grandes iconos de la cultura de su tiempo. 8,5.

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Publicado por
Joric