‘Joven y bonita’: de belle de jour a femme fatale

“La seriedad no existe a los 17 años”. El famoso poema de Rimbaud, que recitan unos alumnos al comienzo de ‘Joven y bonita’, resuena con fuerza en la nueva película de François Ozon. Es una de las pocas pistas que ofrece el director francés para explicar lo inexplicable: el comportamiento de una adolescente de familia adinerada que ejerce la prostitución. Isabelle es un misterio, un enigma, una contradicción. Es como una canción de Françoise Hardy descontextualizada (no es casualidad el parecido físico entre la actriz Marine Vacth y la cantante, ni el hecho de que suenen cuatro de sus canciones: ‘L’amour d’un garçon’, ‘À quoi ça sert’, ‘Première rencontre’ y ‘Je suis moi’).

Con ‘Joven y bonita’ Ozon regresa a terrenos narrativos y estéticos ya transitados con éxito: los de ‘Swimming Pool’ (2003), una de sus mejores películas (hasta aparece Charlotte Rampling en un pequeño papel). Un mundo burgués, intrigante, con personajes enigmáticos a los que el director retrata psicológicamente sin juzgarlos moralmente. También hay algo en el personaje de Isabelle del adolescente protagonista de ‘En la casa’ (2012): la fuerza de la mirada, su poder de seducción y manipulación, lo hermético, desconcertante y singular de su personalidad.

‘Joven y bonita’ no busca ni la denuncia ni el escándalo. No es una película sobre la prostitución adolescente, sino sobre la adolescencia y las decepciones que la acompañan: sexuales, amorosas, familiares. De hecho, una decepción (la primera de todas) es la que hace que Isabelle se desdoble, se contemple desilusionada a sí misma, y a partir de ese momento comience a llevar una doble vida (o, lo que es lo mismo, a ser adulta).

El título de la película tampoco es baladí. Tomar conciencia de lo que supone ser “joven y bonita” –“demasiado bonita”, dice uno de sus clientes- es uno de los aprendizajes que Isabelle adquiere durante su peculiar viaje de autoconocimiento, durante su búsqueda identitaria. “Tiene el vicio dentro”, dice su madre en una de las secuencias. Aunque lo que en realidad tiene es poder, el poder de la belleza y el de la juventud. Un poder susceptible de utilizar como arma. ¿De adolescente belle de jour a joven femme fatale con un futuro “amante criminal”? 8’5.

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Publicado por
Joric