A quienes no les haga gracia el sonido bienintencionado de Elbow tampoco les merece la pena probar por si esta vez suena la flauta y se sorprenden tarareando alguna de sus largas melodías un día cualquiera de camino al trabajo. ‘The Take Off and Landing of Everything’ es digno sucesor de ‘Build a Rocket Boys’ (2011) y ‘The Seldom Seen Kid’ (2008), a pesar de los tres años que distan entre cada uno de los discos: si no se toman prisa para cerrar las canciones, tampoco lo hacen para los álbumes.
Aunque conozcamos bien la paleta de colores de Elbow y las temáticas de sus cuadros, eso no significa que se repitan como aquellos que empiezan a dudar de su talento. Porque da la sensación de que ellos, más que confiar en las musas, lo hacen en el trabajo bien hecho, son la viva imagen de unos obreros del pop inglés. Su sexto disco de estudio mantiene los cimientos firmes de una música ajena a modas.
Así, combinan canciones de sonido casi beatífico (‘This World Blue’, ‘New York Morning’, ‘My Sad Captains’) con otras de corte más ligero y dramático con las que les suelen emparentar a sus paisanos Doves (‘Fly Boy Blue/Lunette’, la excelente ‘Charge’) y con alguna que marque el momento del subidón en los conciertos (la que da título al disco, sin ir más lejos). También tienen tiempo para añadir esos detalles que diferencian un disco de otro, esta vez encontrados en la sorprendentemente cercana a Broadcast ‘Colour Fields’ o en la extraña nana que cierra, ‘The Blanket of Night’, y su mezcla de contrabajo, cuerdas y sintes.
Todas estas canciones comparten un mínimo común de calidad: amplían, dan matices y riqueza al estilo del grupo. A pesar de que la música de Elbow es de largo recorrido y normalmente gana con el tiempo, se reconocen clásicas casi al instante. Solo harán falta tres o cuatro escuchas (para el iniciado, recordémoslo) para empezar a apreciar ‘The Take Off and Landing of Everything’ en su justa medida. Algo descolgadas se quedan, sin embargo, las que figuran a la mitad del disco, haciendo honor a lo simbólico de su posición: ‘Real Life (Angel)’ y ‘Honey Son’ suenan menos frescas que el conjunto, más planas, tienen menos que ofrecer. No obstante, tampoco se pueden decir que estén hechas sin mimo, por pura inercia.
Con todo, viendo la tendencia cada vez mayor hacia un sonido grandilocuente –algo ya presente en ‘Build a Rocket Boys’ y aquí incluso más acentuado–, la temida pregunta viene a la cabeza: ¿acabarán convertidos Elbow en una banda llenaestadios carente de nuevas ideas? Al que esto escribe le cuesta reconocer que es una cuestión que le ha inquietado desde que los descubrió en los tiempos de ‘A Cast of Thousands’, hace diez años ya. Afortunadamente, el tiempo no le está dando la razón.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Charge’, ‘My sad captains’, ‘Fly Boy Blue/Lunette’
Te gustará si te gusta: Doves, Richard Hawley, John Grant