Pero tal vez, la perla de todas las historias sobre padre e hijo llega cuando relata la salida del primer disco de Enrique: “(Julio) le dijo que ese disco no lo iba a vender, y cuando vendió un millón de discos, le dijo que los había vendido porque era el hijo de Julio Iglesias”. Y añade que la misma situación se fue repitiendo mientras Enrique vendía dos millones de ese primer disco, y más tarde cuando llegaba a los 5 millones de copias despachadas. El autor del libro asegura que esta situación fue la que creó esa distancia entre padre e hijo, que dura hoy en día.
En El Mundo podéis encontrar una entrevista sobre este apasionante libro, en el que Alfredo explica que no entiende este lanzamiento como una venganza y que fueron sus hijos los que le convencieron para escribirlo.