Enredos familiares, vampiros y otras criaturas

Recomendamos cinco cómics editados recientemente.

Joann Sfar / Vampir: No hace mucho Sfar nos mostraba en ilustraciones la vida y obra del cantautor George Brassens, uno de los representantes de la chanson del siglo XX. Ahora llega el turno de la ficción en ‘Vampir’, donde encontramos las publicaciones que entre 2001 y 2005 editó en el mercado francés sobre Fernand, un vampiro que muerde con la gentileza de no dejar demasiadas marcas en sus víctimas. 

En un entorno humorístico y con un halo romántico en el horizonte, Joann Sfar nos revela las particularidades de un vampiro poco común. No solo por el personaje, por la época que le toca vivir o por el resto de acompañantes de esta historia: más bien por cada uno de los diálogos que discurren, sin tejer tramas complejas, a través de las cuatro historias que lo forman. Sus protagonistas, en algunos casos humanos y en otros espectros, no sabremos situarlos si en el mundo de los vivos o de los muertos. Como su amada Lio, más vegetal que ser humano. 

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: Los dibujos y la diversidad de personajes encantadores, que juntos crean un universo fascinante. Los extras de una edición de lujo que Fulgencio Pimentel ha cuidado al detalle.
Lo peor: Las semejanzas y paralelismos que se establecen con el comportamiento humano. Alguna escenografía puede recordar -incluido el personaje de Fernand- demasiado al cine expresionista alemán.

La Oficina en The New Yorker. El trabajo en viñetas: Hace aproximadamente un año la editorial Libros del Asteroide recopilaba, en ‘El dinero en The New Yorker‘, más de 400 viñetas publicadas en el semanario relacionadas con la economía que, correspondiendo a varias generaciones, desde los años 20 hasta nuestros días, ponían de manifiesto que los vaivenes financieros no son cosa solo de estos tiempos. La misma vigencia mantiene esta segunda antología de ilustraciones, obra de cerca de un centenar de dibujantes muy distintos de los últimos 75 años. La diferencia es que ahora se diseccionan el trabajo en los despachos, las reuniones con los jefes, la adicción al trabajo, la importancia de pasar más horas calentando la silla, el cumplimiento de los horarios, los criterios de selección del jefe, la carencia de facultades del mismo, los descansos en la máquina del café o los lunes interminables.

Incluye un prólogo de Jean-Loup Chiflet, que además hace el trabajo de selección, disipando cualquier duda que pueda asaltarnos sobre chistes malos de oficina y poniendo en evidencia que estamos en un mundo en el que predomina lo masculino en la dirección de las empresas y lo femenino en cuanto a labores de organización o de escasa responsabilidad. La próxima selección bien podría centrarse sólo en secretarias.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: Los capítulos dedicados a “Los Jefes”, a estar “Reunidos” o “¡Está despedido!”, sin pasar por alto uno final titulado “La vuelta del héroe”, que trata de las conversaciones al volver a casa después de la jornada laboral.
Lo peor: En comparación con su predecesor ‘El dinero en…’ no resulta tan compacto y contundente. Habría estado bien que apareciera información adicional de las viñetas, como el año de publicación, junto a los nombres de los dibujantes del final.

Rutu Modan / La propiedad: La familia es y será siempre un tema jugoso a la hora de construir historias. Sus intrigas, afectos y secretos convierten cualquier relato en un terreno cómodo para el lector: con poco rascar, siempre será fértil. Esto es lo que encontramos en ‘La propiedad’, el último trabajo de la autora israelí Rutu Modan, en torno a una anciana que viaja a Varsovia tras la muerte de su hijo, con la idea de recuperar una antigua propiedad de la que sabemos poco. El afecto de una nieta por su abuela lleva a las dos a iniciar un largo viaje, no solo desde Israel a Polonia, sino a un pasado lejano donde un secreto enterrado al comienzo de la Segunda Guerra Mundial servirá de combustible para ambas.

Autora de cómics e ilustradora en Tel Aviv, Rutu Modan ha publicado algunas historias en las que su país siempre forma parte del escenario, como sucedía en ‘Metralla’, su anterior novela gráfica, donde el conflicto entre israelíes y palestinos desvelaba los problemas de una sociedad que convive con atentados con relativa frecuencia. En ‘La propiedad’ también se revelan parte de esos conflictos de convivencia entre sociedades distintas, aunque para la ocasión nos traslademos décadas atrás.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: Conocer de primera mano costumbres judías desconocidas, además de una parte de su historia reciente. El viaje para sacarnos, junto a los protagonistas, de nuestro entorno normal y zambullirnos en otro muy distinto. 
Lo peor: Una ilustración clara, colorista y de líneas nítidas demasiado fotográfica, pero también apropiada como anzuelo de un escaparate con meollo en la trastienda.

Aisha Franz / Planeta Tierra: Tres generaciones de mujeres bajo un mismo techo. Ese el argumento de la primera novela gráfica de la alemana Aisha Franz, si bien hay que tener en cuenta que lleva tiempo publicando como ilustradora en fanzines de Berlín, o incluso en Barcelona (Colibrí).

Estamos ante un relato aparentemente naíf en cuanto a dibujos en blanco y negro, con un aire inocente tras los trazos de un simple lapicero, pero que esconde un fondo tan oscuro como el carboncillo en esas viñetas plagadas de silencios. Ese contraste, y el equilibrio entre realidad y ficción, es su mayor baza para reflejar un entorno familiar cargado de emociones entre una madre atormentada y sus dos hijas -con una importante diferencia de edad entre ambas-, a las que quiere proteger de las mismas vicisitudes por las que ella ha pasado. Mientras una comienza a tener relaciones con chicos algo mayores, la más pequeña mantiene oculto en su habitación a un alienígena del que espera obtener respuestas.

Calificación: 7/10
Lo mejor: Para todos los públicos, sin razonamientos enrevesados y un argumento realista a pesar de su punto de ficción.
Lo peor: Se le puede echar en cara algo más de fuerza. Su debilidad se ve acentuada por una edición un tanto pequeña en cuanto a formato, casi de bolsillo, pero que al menos sirve para que tenga un precio asequible. 

Jim Woodring / Fran: Con la nueva aventura de Woodring, la cuarta y ya alejados de aquella primera que se recuerda a trozos como un sueño al despertarnos, se cierra esta saga. Se trata de dos historias más editadas casi a la vez que en Estados Unidos. ‘El congreso de las bestias’ y ‘Fran’ se pueden leer en el orden que se desee, porque aunque formen un mismo episodio, el ingenio de su autor sigue tan singular como en las entregas anteriores

En este último volumen encontramos las obsesiones a las que nos tiene acostumbrados Jim Woodring, con la novedad de remover en nuestra conciencia un asunto que aún no había tocado antes: el amor. Frank encuentra a una compañera físicamente de su misma especie, un personaje entre gato, ratón y conejo que también camina a dos patas. Ambos aparecen sobre un fondo en el que todo es cambiante a cámara lenta, sin resultar parecido a un mundo palpable. Es la velocidad de la cámara la que hace visibles las expectativas que tenemos de la felicidad, como una fantasía instalada en nuestra cabeza, creando un espacio en el que todo queda en el aire entre los personajes y el lector. Un universo creado sobre una animación que aparenta estar inspirada en grabados de hace siglos, todo ello sin articular ni una sola palabra en sus páginas.

Calificación: 8,5/10 
Lo mejor: No hay parecido alguno a otros trabajos. El esfuerzo de Fulgencio Pimentel por una edición, como en las entregas anteriores, cuidada al máximo y editando casi a la vez que en Estados Unidos. No olvidemos que el primer volumen llegó con casi 20 años de diferencia.
Lo peor: No es para todos los públicos… pero con un poco de esfuerzo hay recompensa.

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Publicado por
Sr. John