Fuertemente influidos por Joy Division o The Cure, pero también por The Birthday Party o Einstürzende Neubauten, ‘Sombras’ reúne a los nombres más habituales de esa otra Movida, la no apta para todos los públicos (Parálisis Permanente, Derribos Arias, Aviador Dro), a grupos de culto para iniciados (Alphaville, Polansky y el Ardor, Décima Víctima –que figuran con ‘El signo de la cruz’–), a los inicios de agrupaciones que luego acabarían encontrando su propia personalidad y un mayor éxito comercial (Gabinete Caligari, Los Coyotes) y a bandas que apenas publicaron un single, brillaron durante un momento y desaparecieron dejando en el aire la eterna pregunta de qué hubiera pasado de tener una segunda oportunidad.
De estos últimos es de donde salen las mayores sorpresas: Los Monaguillosh con ‘Voces en la jungla’, gótico de aire lisérgico muy de la primera época de los de Robert Smith; La Fundación y ‘Todo pensado (para no durar)’, uno de los mejores –y escasos– ejemplos de «no wave» española; o New Buildings y ‘Humo’, que resiste admirablemente las comparaciones con ‘Ceremony’ de Joy Division/New Order. Otros hallazgos se encuentran en los proyectos paralelos de las grandes figuras. Es el caso de Los Iniciados, puesto en marcha por Servando Carballar de Aviador Dro, con ‘Sangre de ángel’, de una aridez muy propia de The Residents (no en vano, también utilizaban disfraces para que los nombres no distrajeran de la música), o Seres Vacíos, de Eduardo Benavente/Ana Curra, y ‘Recuerda’, uno de los temas más dramáticos de este disco doble.
No todo son caminos pedregosos, sin embargo. En ‘Sombras’ también hay hueco para el pop nuevaolero, aunque siempre con un sentido retorcido: Beirut, La Noche cantan en ‘Ella se hizo monja’ frases como “ella quiso entregar su himen al Señor”; Flácidos Lunes saltan de Devo a Magazine y viceversa en ‘Paranoia’, y Neon Provos adivinan los caminos que tomaría posteriormente Josetxo Ezponda en Los Bichos con la juguetona y casi veraniega ‘Serás la más guapa’.
A la Movida le ha pasado como a la Transición: ha sido tan mitificada que al final nos hemos quedado con una imagen superficial y acartonada de la época, sin matices. ‘Sombras’ se hace necesario para superar el tópico y comprender el estallido de creatividad que propició la llegada de la democracia. Pero también, y sobre todo, es un homenaje a los primeros sellos independientes –a los que Munster se sumaría unos años después– y la titánica labor que ejercieron con apenas unas pesetas. Como señala en el libreto Carlos Entrena, de Décima Víctima y fundador de uno de estos sellos, Grabaciones Accidentales, “estas casas discográficas estaban intentando mostrar lo que ocurría en aquel momento musicalmente en el país, algo que no podían presentar las compañías conservadoras de entonces”.
Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘El signo de la cruz’, ‘Todo pensado (para no durar)’, ‘Humo’, ‘Azul’
Te gustará si te gustan: Joy Division, Bauhaus y, evidentemente, la onda siniestra española
Escúchalo: la web del sello.