Y eso que la noche no era nada fácil, puesto que competía contra ‘Dancing With The Stars’ (el ‘Mira quién baila’ americano) y ‘The Voice’, dos programas que arrasan en audiencia.
Sin embargo, ¿cuán furiosos estarán ahora los fans? ¿Se habrán tragado ese final, que según muchos medios especializados estaba «ideado para recompensar a sus seguidores más antiguos»? ¿O, por el contrario, habrán disfrutado de él? Para el que escribe, no obstante, el giro final ha sido una auténtica tomadura de pelo al nivel del final de Los Serrano
.Y eso que este desenlace bien podría haberse convertido en una preciosa epopeya sobre la amistad -que básicamente es de lo que ha ido esta serie desde el principio-, poniendo de manifiesto que en la vida real incluso las amistades más sólidas tienen altibajos. Que la gente viene y va, y a veces se aleja de su grupo de amigos por una variedad de causas. Las amistades, al fin y al cabo, nos gustaría que fuesen eternas pero no lo son.
Aunque esta hubiese sido una preciosa moraleja para nueve años de desventuras, Carter Bays y Craig Thomas (los creadores) han declarado que conocían el final de la historia «desde que empezaron a grabarla», ya que de hecho grabaron parte del capítulo en 2006 para evitar que los hijos de Ted fuesen irreconocibles con el paso de los años. Su mayor reto por lo visto ha sido enredar la historia hasta llegar a este colofón, y es inevitable pensar que lo mismo podrían haber hecho esto, como podrían haber despertado a Ted de un profundo sueño: tanto da que da lo mismo.