La sencillez de la puesta en escena y la cercanía desde los asientos al lugar donde se situaba el grupo, a ras de suelo, no impidió que Mompó, los hermanos Mollá, Pau Paredes y Cristóbal Colom (quinto miembro, añadido a la banda para los directos) nos elevaran a los cielos con un show que rozó la perfección, tanto por parte de artista como de público, quien se mostró respetuoso durante las canciones y eufórico con vítores y aplausos al término de estas. Y no era para menos, ya que el quinteto ha pulido el directo para que ningún cabo quedase suelto: interpretaciones sentidas y trabajadas en las que todo encajaba (la tercera guitarra y los teclados de Colom han sido todo un acierto, agregando detalles que favorecían cada tema). Como predije en la crítica de su nuevo trabajo, el momento en el que tocaron ‘Miedo’ fue muy posiblemente el punto álgido de la noche, con su final emocionante y catártico, pero hubo mucho más en la breve e intensa hora y cuarto de actuación, a destacar las interpretaciones de otros temas como ‘Tan Blanco’ (y esa fiera que es Pau Paredes a la batería, tan capaz de reventar parches como de la mayor delicadeza y siempre con una técnica impecable), el tema titular del nuevo álbum, ‘El Tiemblo’ o ‘Estados de un Salto’, que rescataron de su debut.
Para emoción, la que sobrecogía a Mompó tras unas pocas canciones, cuando intentaba agradecer al público su presencia y no le salían las palabras. Momentos más tarde logró hacer acopio de fuerzas para hablarnos y dar las gracias además a su sello y a Suso Sáiz, productor de ‘El Cariño’, también presente en el recinto. Ya he recalcado la relativa brevedad del concierto (relativa porque dado que tienen dos álbumes en su haber, tampoco daba para un concierto de tres horas), pero al término de este, sin bises, no hubo sensación de insatisfacción alguna. Durante el tiempo que estuvieron empuñando sus instrumentos, entregaron todo lo que tenían y ni faltó ni sobró nada. Cada cual tendrá sus temas preferidos y puede que alguien echara alguno en falta, pero para ello, lo mejor es aventurarse a viajar a alguna de las otras fechas que tienen programadas por la península. Apuesto a que más de uno se lo planteó anoche, una noche en la que Modelo de Respuesta Polar eclipsaron al fútbol y hubieran eclipsado a todo lo que se les pusiera por delante. 9.