‘The Kings of Summer’: la cabaña en el bosque

La película de la que todos los cinéfilos nostálgicos de los ochenta hablan. ‘The Kings of Summer’ es algo así como un ‘Cuenta Conmigo’ en clave indie. Una historia veraniega de amistad y primeros amores que recupera la atmósfera, los personajes y algo de la inocencia de ese cine juvenil ochentero que educó sentimentalmente a una generación. Pueblos pequeños, adolescentes en bici, casas de las que escapar por las ventanas, bosques para explorar y chicas que conquistar.

Después de triunfar en Sundance y en Gijón, el debut en el largometraje de Jordan Vogt-Roberts se estrena en el Atlántida Film Fest. ‘The Kings of Summer’ es un ejercicio de nostalgia que parece demasiado calculado y no resulta del todo logrado. Su trama y andamiaje dramático son más endebles que la cabaña que los chicos construyen en el bosque. Y ese tono irónico y excéntrico, tan Sundance, que a veces despliega el director, sobre todo a la hora de retratar a los padres de los protagonistas, no acaba de encajar con el del resto del filme.

A pesar de ello, la película consigue trascender esas limitaciones gracias a su capacidad para transmitir las ansias de libertad de los adolescentes, su rebeldía y sus inquietudes: las ganas de ser independientes, de “ser hombres”. Escenas como la de los juegos en el bosque, la noche en vela por culpa del desamor y la “traición”, o ese fantástico final desde las ventanillas del coche, son un claro ejemplo de la capacidad del director para aprehender y reflejar ese espíritu adolescente.

Desde ese punto de vista, ‘The Kings of Summer’ funciona como una atractiva fábula romántica, un cuento o una fantasía de espíritu libertario donde unos chicos se rebelan contra la autoridad y construyen su particular Walden: un lugar donde experimentar, de forma ingenua pero gozosa, la sensación de libertad. 7.

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Publicado por
Joric