A la vuelta de Semana Santa, el sábado 26 de abril, se celebra Make Noise Malasaña, un festival en el que, usando ocho salas de Madrid, actuarán los nueve ganadores de la convocatoria cazatalentos de Converse junto a otros artistas más o menos nuevos como Agorazein, Juventud Juché o Celica XX. Este jueves hubo un acto de presentación en los locales de ensayo de Pandora’s Vox, en el que actuaron Betacam, Role y Jygüer (sí, van quedando menos nombres libres en esto de la música).
El primero en actuar fue el proyecto de Javier Carrasco de Templeton, en Betacam completamente en solitario frente a un par de teclados, un portátil, un iPhone recibiendo WhatsApps (¿en serio, quién te manda mensajes cuando estás tocando?) y otros artilugios electrónicos sonando en su gran mayoría en directo. Su concierto comenzó con una versión de ‘Gran nevada’ que poco tiene ya que ver con la maqueta que en su momento colgó en Bandcamp y terminó con un pegajoso tema con cierto aire berlanguiano etapa ‘Vacaciones’ y también próximo a Family. Su composición mejor acabada sigue siendo el hit ‘El viaje del héroe’, además ahora adaptada con un homenaje a aquel maravilloso single de Robert Miles, ‘Children’. Betacam tuvo tiempo de bromear sobre sus (pequeños) fallos técnicos entre todo aquel berenjenal de cacharros, también sobre el que estaba siendo el mayor público que jamás había tenido (unas 20 personas, no cabía nadie más en el local) y anunció que pronto grabaría su material en Subiza, «donde Delorean»: Subiza no es un estado mental.
A continuación, en la sala contigua, actuaban Jygüer -no serás capaz de escribirlo bien a la primera-. Canciones colgadas en su Bandcamp como ‘Me pica el niqui’ anticipaban que seguiríamos en una suerte de Club de la Comedia y ese fuerte componente humorístico de su repertorio se materializó a través de su cantante Lewis, que se reveló como un líder bastante divertido, en su parsimonia, mientras el bajista se burlaba de él: «¡¡pon voz de hombre!!», le gritó. Con una sonrisa perenne, contagiosa, Lewis excusó la ausencia de su batería verdadero, agradeció al sustituto y bromeó sobre no haber estado nunca en Malasaña tras haberle dedicado a este barrio la última canción, la tercera porque «no habían podido ensayar más que día y medio» con el improvisado ayudante. Antes hubo espacio para ‘Piedra’ y ‘Emancipación’, canciones de rock calmado con cierto punto psicodélico en las que los teclados de Inés aproximaron en algún momento su sonido al de The Doors.
Más seria -menos de reírse, quiero decir- fue la propuesta del cuarteto Role. Si te preguntabas por qué no aparecían grupos parecidos a The xx, para ese cometido parecen fundados los madrileños. A ellos se parecen en los punteos y en la alternación de voces chico / chica. Aunque lo justo sería decir que a quien recuerdan de verdad es concretamente a Jamie xx, pues la electrónica cumple una función fundamental en su propuesta remitiendo también a las tragedias de ‘Walking Wounded’ de Everything But The Girl. Interpretaron canciones como ‘Ocean’ y justo es decir que todavía no he ido a un concierto de The xx en el que estos suenen tan bien como en estas circunstancias lograron sonar Role.