Tras tomarse más tiempo que nunca para facturar un nuevo trabajo, el mes pasado por fin veía la luz ‘Teeth Dreams’, sexto álbum y primero con el nuevo guitarrista Steve Selvidge (ex Lucero), quien se les unió para la gira de su anterior LP, en el que sonaron sin teclados para comprobar si podían suplir la ausencia de Nicolay. Al quedar contentos con el experimento, decidieron grabar sin teclados y eso se nota, con un protagonismo brutal de las guitarras, como anticipaba el prometedor single ‘I Hope This Whole Thing Didn’t Frighten You’, tema que también abre el álbum como si de un puñetazo se tratase, lo que trae la mejor noticia que podíamos esperar: la energía que parecían haber perdido en ‘Heaven Is Whenever’ y que era una de sus armas más potentes, ha vuelto, esperemos que para quedarse. Es cierto que los elementos que añadía Nicolay (y que intentaron sustituir en el citado álbum anterior, de lo que se deduce que los consideraban necesarios) se echan un poco en falta, llegando a resultar por momentos en un sonido demasiado monótono, pero el regreso de la furia que anteriormente mostraban aporta mucho a esta colección de temas.
Tras el tremendo comienzo, Finn y los suyos intentan mantener viva la llama con ‘Spinners’ y ‘The Only Thing’, otros dos cortes que, pese a tener distintos matices (una guitarra acústica aquí y unos coros soul allá), tienen la misma cadencia, el mismo empuje, conformando un fenomenal trío. Las ganas de soltar todos los demonios que tuvieran guardados quedan bastante patentes en ‘Teeth Dreams’ porque tras una calmada ‘The Ambassador’, vuelven a la carga con otro ataque bajo el nombre de ‘On With The Business’ y una letra crítica con la situación política actual, muy en la línea de otras que Finn ha escrito (“Blood on the carpet / mud on the matress / waking up with that american sadness”).
Con otras canciones cargadas de rabia como ‘Big Cig’ o ‘Wait a While’, queda claro que pocos son los momentos de calma. Es cierto que echábamos de menos el ruido y la furia, pero The Hold Steady también son capaces de crear belleza con sus canciones y un disco sin medios tiempos, con todo canciones rabiosas, habría sido prácticamente inabarcable. Los cortes finales, ‘Almost Everything’ y ‘Oaks’, vienen a romper la tónica general y por ello son muy bienvenidos (aunque los casi nueve minutazos de la última parecen un pelín excesivos), pero parece que aportan variedad cuando es demasiado tarde, cuando tanto tema similar te acaba por desgastar. ‘Teeth Dreams’ supone un retorno más que digno de la banda al mejor rock and roll, pero no es el mejor retorno que podríamos esperar: en algún momento hacia la mitad parece que entramos en una canción de la que no se sale hasta casi el final del álbum. Riffs parecidos, ritmos parecidos. Demasiada monotonía. Al menos sus mejores canciones son la señal inequívoca de que tienen mucho más camino por recorrer, así que ojalá que lo que les depare el futuro traiga más y mejores frutos.
Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘I Hope This Whole Thing Didn’t Frighten You’, ‘Spinners’, ‘The Only Thing’, ‘On With The Business’.
Te gustarán si te gustan: Bruce Springsteen, The Afghan Whigs, Drive-By Truckers
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