‘Constance’: los secretos nos enferman

A Constance Schuyler, la protagonista de la nueva novela de Patrick McGrath (Random House), es fácil imaginársela, sobre todo físicamente, como un personaje de la serie ‘Mad Men’ (la foto de la portada del libro también va en esa dirección). Un cruce entre Betty Draper y Peggy Olson pero con las turbulencias psicológicas de una rubia hitchcockiana, de Marnie o de Rebeca.

Constance es una editora neoyorquina, guapa, enigmática e independiente. Una mujer que, como la ciudad (a punto de entrar en su época más oscura), brilla por fuera pero se descompone por dentro. Los trabajos de demolición de la antigua Penn Station (1963) le sirven al escritor británico como metáfora sobre las perturbaciones emocionales que agitan la existencia de la protagonista. Un escenario, Manhattan, que pronto será sustituido por otro más acorde con el estado de ánimo y la salud mental de Constance: el viejo y muy gótico caserón donde vive su huraño padre acompañado de una fiel ama de llaves.

Estamos en “territorio McGrath”, uno de los escritores que, según John Banville (y de eso sabe un poco), “mejor bucea en la psique humana”. Dentro del universo de un autor que pasó su infancia entre asesinos dementes -en un hospital psiquiátrico de máxima seguridad que su padre dirigía- y que luego acabó escribiendo novelas con títulos tan significativos como ‘Trauma’, ‘Locura’ o ‘Spider’ (llevada al cine por David Cronenberg en 2002).

Narrada en primera persona y alternando las voces de sus dos protagonistas, Constance y su marido (un maduro profesor universitario), el autor construye un eficaz drama psicológico, casi freudiano, con formas que recuerdan a la novela gótica. Una atractiva historia sobre la manera en que los traumas del pasado condicionan el presente y contaminan, enferman, el futuro. 7,5.

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Publicado por
Joric